Pregunto a panistas de linaje, y también a quienes se fueron y han vuelto a tocar base, y a los convencidos de siempre, a los que titubean con la seducción de mareas rosas, a uno que otro que no se repone de las derrotas y a los que siguen pensando que la blanquiazul es la mejor carta de futuro en México, ¿qué tan en serio hay que tomar el relanzamiento del PAN, anunciado para mañana?
“El relanzamiento del PAN no es sólo un evento, es el inicio de una nueva era”, reza, literalmente, la convocatoria a la marcha-mitin que comenzará en el Monumento a la Revolución y culminará en el Ángel de las victorias de hace dos décadas, casi tres.
“Va en serio”, me dice uno de los históricos, de los que han ganado y perdido en grande. “Se trata de presentar a esta sociedad, en este momento, lo que somos, lo que representamos y hacia dónde vamos. Se está apostando a que sea un arranque, un resurgimiento”.
Atentos, pues. Quizá informen el final de la época de las alianzas electorales con el PRI o un acercamiento con MC. Lo que sea, solos o en compañía, creo que el único resurgimiento real será aproximarse a la victoria en 151 distritos dentro de menos de 24 meses. Una decena en el Estado de México, otros tantos en la capital, más varios en Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Chihuahua, tal vez Veracruz, Puebla, Durango, etcétera. Trabajar y ganar. No hay más. Ya lo han hecho.