“¿Separados vamos a ser más competitivos en 2027, separados vamos a ganar Chihuahua, Aguascalientes, Querétaro, Nuevo León; las ciudades de Zacatecas, Hermosillo, Colima?”. La pregunta retórica es de Alejandro Moreno, presidente del PRI. Guardó cinco días de silencio ante el balbuceo del PAN de no volver a aliarse electoralmente con el PRI. Pero ayer habló.
“No entiendo esa posición del PAN”, me dijo. “No son tiempos para distraernos. Tenemos que impulsar un gran frente amplio con ciudadanos y partidos. Para ganar hay que construir un gran acuerdo y una gran alianza. Éste es un momento muy difícil, no hay normalidad democrática. Tenemos que parar a Morena para que no siga destruyendo al país”. Difícil rebatirlo cuando derrotar a la 4T luce como una misión dificilísima.
Y, quiero repetir: sin victorias en 2027, lo demás serán rollos, farsa y fracaso. “Es claro que tenemos que hacer dos bloques si queremos competir”, remacha con cuidado de no herir a sus aliados de 2024. Al final, sin embargo, suelta un trallazo a la dirigencia azul: “No sean cobardes, no tengan miedo, hay que echarse para adelante para defender al país de Morena, decir que no haremos alianzas es lamentable y patético”. Y sí, numéricamente, Alito parece tener razón. Al menos hoy.