DICEN QUE al buen entendedor, pocas palabras. Y vaya que fueron muy pocas las palabras que le dirigió ayer, en su comparecencia, la secretaria Rosa Icela Rodríguez al senador Adán Augusto López.
A LO MEJOR fue casualidad, pero eso pasó justo después de que la secretaria pintó su raya de los corruptos. Dijo que quien cruce la línea del cumplimiento de la ley tendrá que asumir las consecuencias… “trátese de quien se trate”.
PERO, BUENO, seguramente fue mera coincidencia y nada tiene que ver con los señalamientos contra Adán Augusto López que se acumulan día tras día.
MÁS QUE un premio a su carrera política, el nombramiento de Alejandro Encinas como embajador ante la OEA parece un destierro de lujo.
EL VETERANO MILITANTE fue incómodo tanto para AMLO como para Claudia Sheinbaum. El tabasqueño decía a allegados que Encinas era tibio e indeciso. Y aunque lo mantuvo en cargos importantes, lo dejó solo en momentos clave.
A ENCINAS lo pusieron a cargo de la Comisión de la Verdad para el caso Ayotzinapa, pero cuando comenzó a echar demasiadas luces sobre el Ejército, ¡lo pararon en seco! La molestia militar es ampliamente conocida.
OTRO PECADO fue involucrar a Omar García Harfuch en reuniones que fraguaron la denominada “verdad histórica”, que tiene al ex procurador Jesús Murillo Karam bajo prisión domiciliaria.
ESA REVELACIÓN se dio cuando García Harfuch contendía por la candidatura al gobierno de la CDMX, impulsado por Sheinbaum. A partir de ahí Encinas no tuvo cabida en este gobierno federal y se refugió en un cargo simbólico que le dio Clara Brugada.
EL NOMBRAMIENTO DE Encinas, sin carrera diplomática, contrasta con la designación de Carlos García de Alba en la embajada de Brasil. Fue retirado intempestivamente de Italia para ser enviado al país sudamericano, con el que el gobierno tiene una relación privilegiada.
DESDE QUE en 2017 se estrenaron las primeras escaleras eléctricas, no había en Tlaxcala una noticia tecnológica tan fuerte: ya tiene… ¡su propio coche eléctrico!
EL MODELITO se llama TT (Totalmente Tlaxcala) y asegura tener 80 por ciento de ensamblaje nacional, así que de las piezas y el diseño mejor no preguntar. Se supone que se podrá cargar en cualquier enchufe, costará 100 mil pesos, pero tendrá una autonomía de tan sólo 50 kilómetros.
SI BIEN EL AUTO es construido por una empresa privada, el lanzamiento corre a cargo del gobierno morenista de Lorena Cuéllar, quien le ganó la partida a Sheinbaum, que sigue esperando a que salga su propio carrito eléctrico, el Olinia.