Me toca ver el primer Informe de la presidenta Sheinbaum a 9 mil kilómetros de mi país.
Mis amigos españoles, muy desencantados de su presidente Sánchez, dicen que es una suerte para nosotros tener tan buena mandataria. ¿Qué les discuto? ¿Que se equivocó al dejar la política de abandonar a los mexicanos en las garras de los criminales? ¿Que no van a la baja los homicidios y robos con violencia? ¿Que repudio la estrategia contra la extorsión? ¿O que ella ha fracasado ante Trump? ¿Que no es cierto que la inflación sea más baja y el dólar más barato que hace un año? ¿Les digo que los empresarios están furiosos con ella? ¿Que yerran las encuestas que fijan su aprobación en torno de 70%? ¿O que es demagogia pura la entrega de miles de millones de pesos a 32 millones de familias, eso que nombra el “plan social más ambicioso de la historia de México”? ¿O que, sin éxito aún, hay una palpable intención de mejorar los servicios de salud? ¿Discuto porque detuvo el terrorismo de Estado que usaba los servicios de inteligencia financiera para aplacar y destruir adversarios? ¿O porque ha sido una jefa de Estado austera y desprovista de frivolidades?
Así es que coincido con los amigos españoles en que, pese a las sombras, México ha tenido este primer año una muy buena Presidenta. Sí.

A Ciro y a los españoles que el menciona los convencio la propaganda de la cuatrote.