En un discurso extenso y fuera de protocolo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió contra Naciones Unidas desde la tribuna de la Asamblea General, donde cuestionó la utilidad de la organización y lanzó acusaciones sin pruebas sobre su supuesto financiamiento a oleadas de migrantes.
El mandatario republicano superó con creces el tiempo asignado a su intervención, sin que se activara la luz roja que marca el final de los discursos. Entre bromas e improvisaciones por la falla de su teleprompter, Trump calificó a la ONU como un organismo incapaz de resolver conflictos, afirmando que él mismo había logrado poner fin a siete guerras mediante acuerdos directos con líderes internacionales.
Sobre migración, declaró que era “hora de terminar con el fracasado experimento de fronteras abiertas” y advirtió a los países europeos que “se están yendo al infierno”. Acusó a Europa de comprar petróleo y gas ruso mientras combate a Moscú en Ucrania, lo que calificó de “vergonzoso”. Asimismo, elogió a El Salvador por encarcelar a miles de migrantes expulsados de Estados Unidos.
En materia energética, Trump defendió el carbón y los combustibles fósiles, celebró el regreso de Alemania a la energía nuclear y negó el calentamiento global, llamando al Acuerdo de París un “engaño”. También insistió en que los aranceles son un “mecanismo de defensa” para la economía estadounidense.
Uno de los pocos gestos de colaboración fue el anuncio de que su administración liderará un esfuerzo internacional para aplicar la convención sobre armas biológicas mediante inteligencia artificial, invitando a otros países a sumarse.
El republicano también criticó a quienes reconocen al Estado palestino, señalando que “es una recompensa demasiado grande para Hamás”. En el caso de Gaza, exigió la liberación de rehenes sin mencionar la ofensiva israelí.
Tras su intervención, Trump sostuvo una reunión bilateral con el secretario general António Guterres, en la que el tono cambió por completo. El líder de la ONU destacó el papel esencial de Estados Unidos en la organización y agradeció la disposición del republicano para colaborar “en pro de la paz”.
Al encuentro asistieron su nuevo embajador ante la ONU, Mike Waltz; el secretario de Estado, Marco Rubio; la jefa de Gabinete, Susie Wiles, y el enviado especial para Oriente Próximo, Steve Witkoff. Mientras tanto, en el exterior del recinto, unos 40 manifestantes fueron arrestados tras intentar bloquear el tráfico en protesta por la participación de Trump en la Asamblea.