Un desarrollo inmobiliario en Yuma, Arizona, vinculado a Alfonso Durazo Jr., hijo del gobernador de Sonora, ha generado ingresos por al menos 4.5 millones de dólares a través de un entramado empresarial que buscó ocultar su participación directa.
El proyecto, ubicado en el desierto del estado de Arizona, ha multiplicado su valor en los últimos años, y forma parte de una red de negocios que habría iniciado en 2018, pocos días después del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador.
La empresa señalada como origen del proyecto, Grupo Compromiso Oak, fue constituida en Hermosillo por Durazo Jr., acompañado de Fernando Rojo de la Vega y David Soto Alday, quienes actualmente forman parte del gabinete del Gobierno de Sonora: el primero como secretario del Bienestar y el segundo como secretario del Trabajo.
El vínculo de funcionarios estatales con las operaciones privadas del hijo del gobernador ha levantado cuestionamientos sobre el posible uso de influencias o recursos públicos en beneficio de intereses particulares.
Hasta el momento, ni el gobernador Alfonso Durazo ni su hijo han emitido una postura pública respecto al origen de los recursos o las condiciones legales de las operaciones inmobiliarias en Estados Unidos.
El valor estimado de las ganancias, unos 90 millones de pesos mexicanos, ha llamado la atención de diversos sectores por el crecimiento acelerado del desarrollo y su cercanía temporal con la llegada de Morena al poder en 2018.
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