Hay de estilos a estilos en política y en la vida parlamentaria, contrastes entre figuras de un mismo partido. Pongo el ejemplo del senador Gerardo Fernández Noroña y el del diputado Ricardo Monreal.
A los dos los conozco hace décadas. El senador es de los que gritan, amenazan, vetan y cierran el micrófono. No tolera a los que piensan diferente. Es berrinchudo y excluyente.
El diputado es todo lo contrario. Cree que el ejercicio de la política debe ser prudente, respetuoso. Tiene claro que la política no es una confrontación permanente, sino un camino para alcanzar resultados.
Las diferencias entre los dos morenistas se evidenciaron esta semana. Fernández Noroña llamó “débiles” a Monreal y al diputado Sergio Gutiérrez Luna por permitir que Alejandro Moreno hablara en la tribuna de San Lázaro y descalificara a los “narcopolíticos” de Morena.
Del tema hablamos con el diputado Monreal. Explicó:
“Yo siempre he tenido respeto hacia Fernández Noroña. Nunca he tenido una expresión indebida con él, porque somos parte del mismo movimiento. No caigo tan fácil en la tentación de cuestionarlo. La política es acuerdo. No es una confrontación permanente. Debe conducir a caminos de entendimiento racional, no de confrontación irremediable.
“Al asumir cada uno sus estilos, yo me inclino más por el diálogo, por la razón, por el derecho y por la ley”.
El diputado sabe de la complejidad de controlar el comportamiento de diputados y de senadores si no hay voluntad por parte de los grupos parlamentarios.
En este contexto, prefiere que se dé un ambiente de libertad a un clima de hostilidad y de persecución. “No creo en eso. siempre tiendo al diálogo”, nos dice.
Ya encarrerado, el morenista zacatecano destaca que los diputados de todos los partidos han tenido un comportamiento extraordinario.
“Aquí había un acuerdo de civilidad en el discurso y en la conducción, y de respeto. Yo no tengo ninguna autoridad sobre los senadores”, señaló.
A diferencia de figuras morenistas que intentaron sabotear el acuerdo para rotar la presidencia de la Mesa Directiva a la segunda fuerza en San Lázaro, está convencido de lo correcto de la elección de la panista Kenia López.
Explica: “Es por ley. Yo tengo que obedecer la ley más que otra cosa, más que a mi ideología, a mi partido, más que al movimiento al que pertenezco. Fue lo que se hizo. Respetar la ley.
—¿No será que Fernández Noroña no entiende que no entiende? —le preguntamos.
Esbozó una sonrisa antes de responder: “No quiero decir nada. Yo lo que hice fue cumplir con la ley. Nada más. Soy maestro en derecho constitucional. Imagínate que yo me vea envuelto en una clara violación al reglamento de la Cámara. Sería un despropósito como maestro universitario.
“No voy a caer en ese tipo de conflictos. Ni creo en la confrontación. Creo en el acuerdo y sí podemos lograrlo. Lo he hecho en la Cámara de Senadores; lo he hecho aquí. Las cosas han jalado bien desde mi punto de vista. Está tranquila la Cámara, hay respeto entre todos. No tenemos ese discurso de odio permanente, de odio, de rencor permanente”.
* En escenario aparte habló sobre los señalamientos de su hermano Saúl Monreal, quien acusa a su otro hermano, David (actual gobernador de Zacatecas) de dejarse manipular por un grupo político para impedir que se postule para sucederlo en 2027, con el alegato del nepotismo.
Dijo Ricardo: “Él (Saúl) tiene que serenarse. Yo hablé con él la semana pasada. Su carácter es así, pero no es suicida. No es un hombre irracional, es muy inteligente, audaz. Vi su video y luego lo bajó, él no dijo qué va a hacer, dijo, ‘si el pueblo quiere, el pueblo, pues, se manifestará’”.
* Marco Rubio, secretario del Departamento de Estado en el gobierno de Donald Trump, subió el tono en su visita a Ecuador, cuando le preguntaron si EU haría lo mismo que hizo a mediados de la semana en las costas de Venezuela —hundió una lancha que supuestamente llevaba drogas, matando a 11 personas— con países “amigos”.
Respondió: “Nicolás Maduro es un narcotraficante, un terrorista y un fugitivo de la justicia de Estados Unidos. No lo digo yo, lo dice un gran jurado en el estado de Nueva York. La Fiscalía presentó evidencia y ellos lo encauzaron. ¿Que las Naciones Unidas están en desacuerdo? A mí no me importa lo que digan las Naciones Unidas.
Él es un fugitivo de la justicia norteamericana. No es líder legítimo de Venezuela, no lo hemos reconocido. A la otra pregunta le diré que en esos países posiblemente no sea necesario porque van a cooperar con nosotros en esas acciones. En el caso de Venezuela, ellos no van a cooperar con nosotros porque son parte del terrorismo”, puntualizó.
