La polémica estalló tras la muerte de Arellano Solorio (@Arellano_Mex), quien falleció la madrugada del 5 de septiembre en el Hospital General de Zona No. 3 del IMSS en Mazatlán, luego de permanecer por casi seis horas en un pasillo sin atención médica inmediata, pese a haber solicitado la activación del protocolo “Código Infarto”. Él mismo relató su situación en tiempo real en X, describiendo dolor en el pecho, síntomas de angina y su incapacidad para moverse. Su último mensaje fue publicado alrededor de las 18:00 horas del 4 de septiembre; el IMSS confirmó su fallecimiento horas después, asegurando que recibió atención médica especializada, lo cual contradicen sus publicaciones y denuncias de familiares.
Arellano era un periodista con más de 20 años de trayectoria, crítico en temas de corrupción e impunidad, pero en años recientes se convirtió en defensor activo de las políticas del gobierno federal, especialmente del sistema de salud pública. Su muerte se volvió viral en cuestión de horas y provocó más de 50,000 menciones en X en menos de dos días.
El caso desató una confrontación inmediata entre simpatizantes de Morena y opositores, quienes usaron el episodio como símbolo de las fallas del sistema de salud. Críticos lo señalaron como una “ironía trágica”, al morir en las condiciones del sistema que defendía. Mensajes como “El chairo defendía a Morena a morir. Y se murió por falta de medicamentos” alcanzaron miles de interacciones, mientras que usuarios morenistas calificaron estos comentarios como “burlas inhumanas” y exigieron respeto a su memoria.
Martín Arellano deseó que muriéramos de un infarto los periodistas que criticamos al poder. Dos años después él murió de un infarto por falta de atención médica en el IMSS. Y sufrió, hasta el último instante pidió una ayuda que no le brindaron.
Yo lamento su fallecimiento y me… pic.twitter.com/YUcsYAt4Ma
— Marco Levario Turcott (@Arouet_V) September 6, 2025
En respuesta, figuras afines a la 4T, como @_VicenteSerrano y @ZuritaCarpio, calificaron su fallecimiento como una tragedia que debe investigarse, sin dejar de reprobar lo que consideraron una “campaña de odio” por parte de la oposición. Otros, como la activista Ceci Flores, lamentaron que Arellano “defendió tanto” al sistema que terminó por fallarle.
El IMSS publicó un reporte clínico “minuto a minuto” el 8 de septiembre, donde asegura que el periodista recibió reanimación, medicamentos e intubación. Sin embargo, no se explica por qué permaneció durante horas sin recibir atención en un área crítica, lo que para críticos y médicos representa una forma de encubrimiento institucional.
A la par, Carlos Piña publicó una segunda gráfica de análisis de retuits, en la que exhibe cómo cuentas oficiales de dependencias del gobierno —incluidas @SSalud_mx, @SRE_mx y @CFE— participan en operaciones coordinadas para inflar hashtags como #PrimerInforme. “No es espontáneo, es propaganda digital orquestada”, advirtió Piña.
Hasta la fecha, no se ha anunciado una investigación formal por parte del IMSS o de la Secretaría de Salud, pese a las exigencias de organizaciones civiles y usuarios en redes. El caso ha sido comparado con otros eventos polarizantes, como la muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso en 2018 o el desabasto de medicamentos para niños con cáncer, reflejando una crisis estructural que va más allá de un solo incidente.
El incidente pone nuevamente bajo escrutinio el sistema público de salud en México, los mecanismos de propaganda digital oficialista, y la creciente fractura ideológica que domina el debate público en X.
El cabron recibio su karma… por eso hay que ser derechos y nodesearle el mal a nadie!!