Miles de personas marcharon este domingo en Culiacán, Sinaloa, para exigir paz ante la ola de narcoviolencia que en el último año ha dejado más de mil 800 asesinatos. La movilización, convocada por al menos 37 organizaciones civiles, partió de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, conocida como “La Lomita”, y recorrió más de tres kilómetros sobre la avenida Álvaro Obregón.
Con ropa blanca y pancartas, los asistentes lanzaron consignas como “¡Queremos paz!”, “El narco no manda, Sinaloa es nuestro” y “Somos más los buenos”. Entre ellos participaron familiares de desaparecidos, empresarios, comerciantes, políticos de oposición, niños y ciudadanos en general.
Previo al inicio, el obispo de Culiacán, Jesús José Herrera Quiñónez, pidió a los presentes no perder la esperanza: “El mal no tiene la última palabra, porque el amor de Dios es más fuerte que la violencia”, expresó.
Un manifestante destacó que la ciudadanía tiene el poder de exigir al Gobierno y de reclamar lo que le corresponde. “Queremos la paz en Culiacán, y para eso necesitamos que el Gobierno trabaje, pero también que la sociedad reconozca que tiene el poder de poner y quitar”, señaló.
De acuerdo con los organizadores, la asistencia duplicó a la de la marcha del 26 de enero pasado, cuando unas 10 mil personas protestaron por el asesinato de Antonio Sarmiento y sus hijos Gael y Alexander, de 12 y 9 años.
La violencia se recrudeció en septiembre de 2024, tras la ruptura entre “Los Chapitos” y “Los Mayitos” del Cártel de Sinaloa, luego de la detención y extradición de Ismael “El Mayo” Zambada a Estados Unidos. Desde entonces, la disputa ha generado homicidios y un aumento en delitos como robo de autos (154%), robo a comercios (60%) y extorsión (9%), según cifras oficiales.
Un niño participante resumió el clamor colectivo con una cartulina que decía: “Los niños merecemos vivir sin violencia”.


Pues se van a tener que esperar porque la presidenta anda en campaña!!!