Empresarios de distintos sectores han externado en las últimas semanas su inconformidad ante Marcelo Ebrard y Edgar Amador por los constantes retrasos en las devoluciones de impuestos del Servicio de Administración Tributaria (SAT), en lo que consideran una política fiscal demasiado agresiva por parte del actual gobierno.
Durante encuentros recientes en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Secretaría de Economía, representantes del sector privado han aprovechado para reclamar lo que consideran un endurecimiento de la estrategia recaudatoria de la administración de Claudia Sheinbaum, a la que acusan de implementar medidas “persecutorias”.
De acuerdo con fuentes del sector empresarial, los retrasos en las devoluciones han generado tensiones crecientes, al punto de que algunos empresarios han planteado la posibilidad de pagar más impuestos si a cambio se garantiza mayor eficiencia técnica y menor presión fiscal.
El descontento ha escalado al grado de ser visto como una crítica indirecta a la necesidad de una reforma fiscal integral, que permita solucionar de fondo los problemas relacionados con ingresos, devoluciones y metas presupuestarias.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha instado al Gobierno de México a acelerar su consolidación fiscal, luego de que el paquete económico para 2026 aplazó hasta 2028 el objetivo inicial de reducir el déficit fiscal al 3%, propuesto originalmente para 2024.
Dentro del empresariado existe además la percepción de que Antonio Martínez Dagnino, titular del SAT, tiene mayor cercanía con Andy López Beltrán, lo que ha limitado el margen de acción de Edgar Amador Zamora para atender los reclamos del sector privado.

