Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, afirmó en una carta difundida por su abogado que su detención y traslado a Estados Unidos en julio de 2024 no fue voluntaria, sino resultado de un secuestro acompañado de maltratos físicos.
“La versión de que me entregué o cooperé voluntariamente es completamente y absolutamente falsa. Me llevaron a este país bajo coacción y en contra de mi voluntad”, escribió el capo en el documento compartido por su representante legal, Frank Pérez, el 10 de agosto de 2024.
Según el testimonio, Joaquín Guzmán López lo citó en el rancho Huertos del Pedregal, en las afueras de Culiacán, donde también habrían estado presentes el gobernador Rubén Rocha Moya y el exalcalde y exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuen Ojeda. Una vez en el lugar, narró que fue emboscado por hombres armados con uniformes militares, encapuchado, atado y trasladado en camioneta hasta una pista de aterrizaje.
Zambada señaló que durante el operativo sufrió lesiones en la espalda, rodillas y muñecas, y que posteriormente fue subido a un avión privado con destino a El Paso, Texas, donde lo entregaron a agentes federales estadounidenses.
El documento también asegura que la muerte de Héctor Melesio Cuen Ojeda, oficialmente atribuida a un asalto en una gasolinera la noche del 25 de julio de 2024, ocurrió realmente “en el mismo sitio y al mismo tiempo” que su captura. Además, mencionó la desaparición de José Rosario Heras López y Rodolfo Chaidez, integrantes de su equipo de seguridad, de quienes no se ha vuelto a saber nada.
Zambada pidió a los gobiernos de México y Estados Unidos aclarar las circunstancias de su traslado y el destino de las personas vinculadas a los hechos de ese día.
En el cierre de su mensaje, llamó a los habitantes de Sinaloa a “mantener la paz y evitar la violencia”, señalando que “nada se resuelve por esa vía”.

