Es septiembre de 2020. En Guadalajara, Antonio Cruces, exsecretario estatal de Salud de Jalisco, funda una empresa comercializadora. El nombre es bastante peculiar: Operadora Dedos Sucios. Esa empresa conecta a Cruces con un entramado de políticos de varios partidos que, según autoridades de EU, llevan una década lavando dinero para el Cártel de Sinaloa (CDS).
En la primera empresa de González su socio mayoritario es Jorge Arturo Rojas. Años más tarde, Rojas fue funcionario estatal. El otro socio es Javier Robles, alcalde de Playas de Rosarito entre 2010 y 2013. Tras dejar el puesto, a Robles lo denunciaron por comprar equipos informáticos con sobrecosto. La investigación no avanzó. Ahora, publicó Reforma, Robles es director de infraestructura educativa de Baja California. Robles militó en el PRI y ahora es morenista. La prensa local lo considera un operador político clave de Jesús Ruiz, quien dirigía programas del Bienestar en BC y ahora aspira a ser gobernador por Morena.
En 2016, los caminos de Contreras y González para ser exitosos empresarios se cruzan por primera vez. Fundan tres empresas juntos: JR Alimentos del Mar, Coco Beach Bar y Gotoco Alimentos.
En 2021, llegó la expansión definitiva de esta red. González se asoció con la Operadora Dedos Sucios, en Guadalajara, y fundó Veintiuno Mexicali. El mismo año, González creó Complejo Turístico JJJ y Grupo Hotelero JJJ. Se agregaba una tercera J al nombre. Ahora, Jesús y Jerónimo tenían como tercer socio a Jorge Alberto Javier Hank, dueño del equipo Xolos de Tijuana e hijo de Jorge Hank.
En esos meses, González y Contreras fundaron Sabor Tapatío, donde se asociaron con Manuel Cisneros Romero, un restaurantero de BC que ahora dice temer por su familia. Cisneros también es socio de González y Contreras en Operadora de Alimentos con Orígenes de México, fundada en 2022.
Las sociedades de esta red no fueron solo con priistas y morenistas. En Tijuana, en 2020, González fundó la Operadora de Espectáculos, Alimentos y Bebidas J&R. La R es por el socio, el panista Raúl Felipe Luévano. Cuando se fundó esta compañía, Luévano era secretario del gobierno de Tijuana. Antes, fue líder local del PAN.
En 2023, González y Contreras se asociaron de nuevo, esta vez en el Grupo JRCP. La C corresponde a Alejandro Cabrera Acosta, regidor por Morena en Tijuana. El año pasado, pocos días después de la detención de El Mayo Zambada en EU, apareció una cabeza humana afuera del restaurante de Cabrera. La alcaldesa de Tijuana declaró que éste tenía vínculos criminales, pero nada sucedió.
Casi una década después de que González y Contreras comenzaron a tejer esta red de empresas, llegaron los señalamientos oficiales. Hace apenas unos días, la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EU (OFAC) bloqueó a estas empresas, como lavadoras de dinero del Cártel de Sinaloa.
Curiosamente, el nombre de Contreras no está en el anuncio del gobierno de EU, solo el de González y otros. Tampoco se menciona la relación de esta red con la Operadora Dedos Sucios, la empresa de Guadalajara que, como publicó Mural, fundó el exsecretario de Salud del gobierno de Aristóteles Sandoval. A Sandoval lo asesinó el CJNG, según las investigaciones. Dicen en Guadalajara que buscaba asociarse con el CDS.
Ahora, la OFAC menciona a otros políticos con puestos anteriores y vigentes, como la exalcaldesa de Morena en Rosarito, Hilda Brown, ahora diputada morenista.
La acusación de la OFAC es económica y no implica en automático una acusación criminal. La pregunta ahora es qué hará el gobierno mexicano para explicar este embrollo, con políticos de todos los colores, con los dedos sucios.
