Sabemos perfectamente qué pasó la noche del 26 de septiembre de 2014, en Iguala, con los jóvenes de la normal de Ayotzinapa. Sabemos cómo y por qué fueron secuestrados, quiénes lo hicieron y qué estuvo detrás de ese operativo criminal. Hay pruebas, testimonios, detenidos. Si el caso Ayotzinapa sigue vivo es porque ha sido manipulado durante 11 años, comenzando por el propio López Obrador que lo usó en su campaña y luego como instrumento de gobierno, argumentando un crimen de Estado y tratando de involucrar en él a militares. Cuando comprobó que no había forma de demostrarlo, terminó heredando a la administración de Sheinbaum un caso que sólo puede quedar resuelto regresando a las investigaciones originales. Mientras tanto, los que se dicen normalistas de Ayotzinapa siguen desplegando sus provocaciones y violencia en la más absoluta impunidad, ayer, una vez más, contra el Campo Militar Número 1.
El problema es que para regresar a lo que realmente sucedió se tiene que aceptar la tesis que Morena rechazó por años: que no fue un crimen de Estado, que fue una acción realizada por los sicarios de Guerreros Unidos con el apoyo de autoridades estatales y, sobre todo, de Iguala, Coyuca y Huitzuco. La paradoja es que deformando esa realidad, tan terca como los hechos que la confirman, los sicarios fueron dejados en libertad y convertidos en testigos protegidos.
Desde 2018 publicamos en el libro La Noche de Iguala, secuestro, asesinato y narcotráfico en Guerrero (Cal y Arena, 2018), las grabaciones de los jefes de los Guerreros Unidos con sus sicarios en Iguala, obtenidas por la DEA, misma que confirma que fueron esos criminales quienes ejecutaron el secuestro de los jóvenes. Es más, esos audios y mensajes del momento de los hechos, grabados en tiempo real, dan la mejor descripción sobre cómo se desarrollaron los mismos.
Éstas son, tomadas del libro, parte de las llamadas y mensajes interceptados. Se reproducen en forma textual.
Llamadas interceptadas por la DEA, oficina Chicago, entre miembros de Guerreros Unidos (transcripción textual):
“Adán Zenén Casarrubias El Tomatito (Silver)-4710599– 2A0AA879_TIII
Que paso alla abajo – 9/27/2014 13:06
Carnal todo bien – 9/27/2014 13:08
Que hay carnal que nmas te an reportado – 9/27/2014 13:10
Responde su hermano José Ángel:
José Ángel Casarrubias El Mochomo – 4710599 – 2A0AA879_TIII
Senos metiron los contraas kon los ayiosinpas y hubo un vergaseraaa –9/27/2014 13:12”.
Los jóvenes fueron asesinados y 19 de ellos incinerados en el basurero de Cocula. Las cenizas arrojadas al río San Juan. Dos han sido identificados. Los narcotraficantes pensaban que los jóvenes eran parte de un ataque del cártel de Los Rojos contra su plaza.
Sidronio Casarrubias Salgado, El Chino, le responde a su hermano Adán sobre los reportes que en ese momento tenía:
“Sidronio Casarrubias Salgado, El Chino – 4710605 – 2A0AA879_TIII
Solo que ya llebaban 60 paquetes ya guardaddos y varios con san pedro de aquellos y solop heridos de este lado incluyendo la sirvienta del oso ya le dije. Al gileso desde anoche que cerrara la entrada por mezcala con comunitarios y ahorita ya esta el tapon ahÖ y ademas pongamos mas comunitaria en las (bandera y al menos cinco puestos de control; también con la gente de las ciudades) –9/27/2014 13:28”.
Las versiones de que el responsable del crimen fue “el Estado” no tienen fundamento alguno. Los asesinos materiales e intelectuales han reconocido su crimen, la forma y las circunstancias en que se cometió.
“Adán Zenén Casarrubias El Tomatito (Silver) –4710744– 2A0AA879_TIII
Y con quien vemos para que le echen al intenet que todo fue planeado con el procurador –9/27/2014 16:19
Gildardo López Astudillo El Cabo Gil (Romeo) –4710744– 2A0AA879_TIII
Ahorita pongo unos chavos que abran paginas –9/27/2014 16:28
Adán Zenén Casarrubias El Tomatito (Silver) –4710744– 2A0AA879_TIII
Y que se bloqueen las carreteras para que aigapresensia del gobierno federal –9/27/2014 16:30
José Ángel Casarrubias El Mochomo –4710788 –2A0AA879_TIII
Nopasa nadaa yaaa todo esta trankiloo – 9/27/2014 17:09
K krees k paasoo entonces – 9/27/2014 17:09
Adán Zenén Casarrubias El Tomatito (Silver) –4710788– 2A0AA879_TIII
Quieren arraigar. Alos munis – 9/27/2014 17:09
José Ángel Casarrubias El Mochomo –4710788–2A0AA879_TIII
Nipedooo – 9/27/2014 17:10
Adán Zenén Casarrubias El Tomatito (Silver) –4710789– 2A0AA879_TIII
Ahorita les vamos a echar todo el pedo a el y a la gendarmeria y al gobierno del estado –9/27/2014 17:14”.
Los testimonios originales de todos los sicarios involucrados (muchos de ellos ya liberados) coinciden plenamente con las grabaciones de la DEA.
El asesinato de los jóvenes de Ayotzinapa no fue un crimen de Estado, fue la consecuencia de la corrupción, la violencia y la impunidad con que actúan las fuerzas del crimen organizado y de su complicidad con autoridades municipales y estatales. Alegar que fue “el Estado” es una forma de asumirse como cómplice de los criminales, otorgarles una coartada para quedar impunes y alejar, cada día más, la posibilidad de hacer justicia.
Cuando no se aceptan los hechos comprobados sobre lo realmente sucedido y se sigue dando crédito a las especulaciones y teorías de la conspiración, lo único que se logra es que la herencia siga siendo una tragedia que nunca podrá tener un cierre, una salida, política, social y humana.
