Quedó claro ayer que Adán Augusto no dejará el cargo de coordinador de los senadores de Morena. La firmeza con la que negó acusaciones y supuestos malos manejos, la forma en que preparó las notas para la conferencia de prensa y su lenguaje corporal llevan a pensar que, en efecto, está diciendo la verdad cuando afirma que no se irá porque no cree que tenga que irse.
Así es que habrá que otorgarles verosimilitud a sus palabras: si dice que seguirá es porque quiere y puede seguir con razonable fuerza. Por las causas que sea, da igual, sus compañeros del Senado y el partido parecen haber cerrado filas con él. Hace un par de fines de semanas pregunté aquí cuánto tolerarían su “no sospeché” de Hernán Bermúdez.
Que le sabe el senador a la presidenta, lo que yo se que no es mexicana.