A pesar de que estamos a dos semanas de que se inicie el relevo hacia el llamado nuevo Poder Judicial, los morenistas no se cansan de dejar en evidencia que el llamado “poder del equilibrio” ya les pertenece. Lo tienen escriturado a sus siglas. Son ya sus dueños.
No existe otra forma de explicarlo, cuando la “compañera” Beatriz Gutiérrez Müller sale a desmentir al diario ABC de España, que reveló que la que escritora y su hijo Jesús Ernesto se irían a vivir al exclusivo barrio de La Moraleja, en Madrid. “No me he ido a vivir allá”, declaró en tono de “¡Mintieron!”. Pero si se lee con cuidado, dice que no se ha ido, aunque no dice que nunca se irá. Le faltó contundencia. Dejó la puerta abierta.
Sin embargo, el peligro apareció cuando la esposa de Andrés Manuel Obrador lanzó una amenaza, aprovechando que el primero de septiembre se va a estrenar el nuevo Poder Judicial electo con tómbola, acordeones y bajo patente operativa de Morena. Ni tarda ni perezosa, la “compañera” Beatriz amenazó directo y sin recato: “Entrará en funciones el nuevo Poder Judicial y está la opción real de denunciarlos y que se haga justicia”.
¿Por qué no los denuncia ahora? ¿Por qué esperar a que lleguen los jueces, magistrados y ministros de la Corte a modo? Elemental. Porque como morenista en jefe que es, sabe que con los nuevos integrantes del Poder Judicial sí podrá tronar los dedos para que le cumplan sus demandas al pie de la letra.
Más peligroso aún es que ya extendió esa demanda no sólo al diario ABC de España, que fue el medio que generó la información y que seguramente no se quedará de brazos cruzados. Beatriz Gutiérrez Müller dijo que irá contra todos aquellos medios que nos atrevimos a reportar lo publicado en el diario español. Le van a faltar abogados, porque esa noticia fue replicada por decenas de medios tradicionales y cientos de redes sociales. Ni se digan los comentarios.
Curiosa manera de ejercer el control a la libertad de expresión de una mujer que se presume escritora liberal y que firma cartas que, evidentemente otros le hacen, pero que no tiene cabeza ni para revisar que su apellido esté bien escrito en la carta que está firmando. Su apellido es “Müller” y en su carta aclaratoria el apellido aparece como “Mueller”.
La amenaza de la “compañera” Beatriz viene a sumarse a otros lapsus que dejan en claro que, dentro del gobierno de la Cuarta Transformación, se van a despachar con la cuchara grande en las denuncias, juicios y pleitos legales a partir del próximo primero de septiembre.
Cuestión de recordar que, desde su mañanera del 30 de junio pasado, la mismísima presidenta Claudia Sheinbaum ordenó a los nuevos miembros del Poder Judicial -que entrará apenas en funciones- a que dicten sentencia condenatoria al litigio fiscal que sostiene Ricardo Salinas Pliego por un cobro de 73 mil millones de pesos que considera ilegal y desproporcionado. Pero lejos de esperar la sentencia, la inquilina de Palacio Nacional ya se instaló como la presidenta de facto de la nueva Suprema Corte. La escrituración del Poder Judicial a su partido -Morena- le concede el título que le permite eso y más.
Ni qué decir del escandaloso caso de la también morenista Tania Contreras, la ex directora jurídica del gobierno de Tamaulipas que “compitió” en las elecciones del nuevo Poder Judicial para buscar instalarse como la nueva presidenta del Tribunal de aquel estado norteño.
El conflicto se dio desde su postulación, pues sus vinculaciones personales con familiares ligados al tráfico de huachicol, además de su condescendencia con grupos del crimen organizado, como la Columna Armada Pedro J. Méndez, la colocaban como inelegible. Pero gracias a los apoyos de la Cuarta Transformación y a los dineros sucios de sus parientes aliados al crimen organizado, Tania Contreras se instalará como el Supremo Poder Judicial de Tamaulipas. Hasta se dio “el lujo” de salir a demandar por difamación a Código Magenta, y a los periodistas Rodrigo Carbajal y Héctor de Mauleón, de El Universal, por las revelaciones que se hicieron de sus “relaciones peligrosas” y su futuro temerario, a pesar de contar con abundante documentación que prueba los dichos. Sabe a lo que se atiene a partir del primero de septiembre. Ellos serán la Ley.
Contreras ya dio una prueba de ello en el manejo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de Tamaulipas. Presentó su demanda ante un instituto en el que controla cuatro de las cinco plazas: una de las magistradas electorales es su prima hermana, otro fue subordinado directo de su esposo en el gobierno estatal de Tamaulipas y dos personas más están alineadas a sus intereses. Fue este tribunal el que demandó la censura a un asunto de interés público y que exigió no volver a mencionar las críticas contra Tania Contreras.
Y si la presidenta Claudia Sheinbaum y la ex primera “compañera” Beatriz Gutiérrez Müller ya presumen sin escrúpulos que todo cambiará “para bien”, a partir del primero de septiembre, ya se imaginan el efecto imitación que esos desplantes de soberbia provocarán en toda la tribu morenista. El camino ya lo están pavimentando. Claro que, todo será “para bien”, ¡pero para bien de ellos!, de los morenistas. Serán intocables.