A LA SOCIEDAD de Estados Unidos le está pasando lo que en México ya se conoció muy bien: cada día es una nueva ocurrencia, un franco desatino y, sin embargo, la gran mayoría sigue sin saber cuándo decir “¡Hasta aquí!”. Las semejanzas entre Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador parecen ser mayores que las diferencias.
CUANDO era presidente, López Obrador no negociaba, sino que imponía… usualmente por la mala, aunque lo cantara como acuerdo. Gobernadores, empresarios, políticos de oposición… hasta jueces vivieron en carne propia la presión presidencial de aceptar el “arreglo” y sonreír a la cámara, o enfrentar acusaciones penales, pérdida de contratos sin fundamento legal y hasta destrucción del buen nombre.
Y CON TRUMP la cosa no es muy distinta. Nomás hay que ver que hasta al Premio Nobel de la Paz lo andan candidateando, con tal de darle por su lado.
SI YA se había visto mal por la forma como manejó el caso, peor salió para Rocío Nahle el reporte oficial de la Fiscalía de Veracruz sobre el homicidio de la taxista y profesora jubilada Irma Hernández Cruz.
COSA DE RECORDAR que la gobernadora morenista dijo que la mujer había muerto por un paro cardiaco, pese a que tooodos vimos cómo un grupo armado la tenía sometida y sobajada para cobrarle extorsión a ella y a sus colegas taxistas. A Nahle le indignó más que se le diera difusión a la tragedia y no que parte de “su” estado esté controlado por el crimen organizado.
PUES BIEN, la Fiscalía ya confirmó que la señora Irma murió por tortura… y no por un ataque al corazón. La diferencia no es menor pues la tortura no es un simple agravante al delito de homicidio. Es un delito adicional que es considerado grave y que no prescribe… le guste o no le guste a Nahle.
¿EN QUÉ parte de la Constitución dice que el fuero también protege contra el alcoholímetro? Vaya papelazo hizo la morenista Nathaly Viridiana Chávez García. Cuando fue detenida en un punto de revisión, dijo que era senadora ¡suplente! y que eso le daba fuero para no pasar la prueba de alcoholemia… que por supuesto habría reprobado. Por algo dicen que el mezcal de Oaxaca no acaricia.