En un solo día México le entregó a Estados Unidos 26 criminales, miembros del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y arrestó a otros 27 integrantes de este segundo grupo delincuencial. La de ayer, fue la segunda entrega masiva de narcos a Estados Unidos, la primera se dio en febrero, y en aquella ocasión se enviaron a 29, entre ellos, al muy codiciado Rafael Caro Quintero, líder del Cártel de Guadalajara y acusado del asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar. Y en el caso del arresto de los 27 miembros del CJNG, el propio Departamento de Estado de los Estados Unidos destacó que las detenciones se dieron por fuerzas mexicanas que recibieron entrenamiento estadounidense. Ambas acciones merecieron felicitaciones de Washington. Nos hacen ver que ojalá el veleidoso presidente Donald Trump recuerde estas muestras de cooperación por parte del gobierno mexicano a la hora de hablar de aranceles y mandar mensajes amenazantes sobre posibles operaciones militares en suelo mexicano. ¿Se le ofrece algo más don Donald?
Nos comentan que hoy acudirá el presidente electo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz, a San Lázaro, para reunirse con los diputados de Morena, encabezados por su coordinador, Ricardo Monreal. Don Hugo emulará la visita que hizo el pasado 5 de agosto a los senadores morenistas. Resalta que no invitaron a los diputados de oposición, como tampoco lo hicieron en la Cámara Alta. Vaya mensaje de imparcialidad y autonomía, nos dicen, pues con los oficialistas habrá charla y foto del recuerdo, y a los opositores, como diría un “innombrable” expresidente, ni los ven, ni los oyen.
Muy mal se vieron ayer con sus invitadas los empleados de Palacio Nacional. Nos detallan que ayer en la ceremonia de la inauguración de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, mujeres representantes de diversos organismos nacionales e internacionales, como la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet; embajadoras y embajadores; expertas en feminismo, como Martha Lamas; la presidenta del Tribunal Electoral, Mónica Soto; legisladoras, e incluso, el secretario Ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, estuvieron de pie y en el sol casi una hora afuera del recinto histórico esperando que las dejaran pasar. Cuando por fin les permitieron el acceso, estuvieron otra media hora esperando, parados y amontonados, para ingresar al Salón Tesorería. Nos dicen que Michelle Bachelet encontró, por fortuna, un asiento afuera de los baños donde paciente esperó que le permitieran pasar. Lo cortés no quita lo transformador.
Nos cuentan senadores oficialistas que Gerardo Fernández Noroña se autonombra el constructor y padre de la reforma judicial, y que asegura que sin su conducción en la presidencia del Senado no se habría aprobado. Con este argumento, nos platican, negocia con su nuevo mejor amigo, el coordinador de la bancada, Adán Augusto López, una presidencia de comisión o mantenerse como vicepresidente de la Cámara Alta, lo que ha causado malestar entre algunos morenistas, petistas y verdes que han criticado sus excesos en viajes y su arrogancia, que lo ha llevado, incluso, a obligar a un ciudadano que lo agredió, a que le solicitara su perdón en público. Una vez que se prueban las mieles de la presidencia, es muy difícil regresar a ser un senador raso, de a pie, pues.