Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “La Perris” y lugarteniente de Los Chapitos, habría sido el autor material del asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, político sinaloense y fundador del Partido Sinaloense (PAS), de acuerdo con revelaciones contenidas en el libro La 4ta transformación del crimen organizado, escrito por los periodistas Ricardo Ravelo y José Luis Montenegro.
La ejecución de Cuén Ojeda ocurrió el mismo 25 de julio que se reportó la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa. Aunque en un principio se trató como un intento de asalto, la versión oficial se debilitó tras denuncias de manipulación en el video presentado como prueba, lo que derivó en la renuncia de la fiscal estatal Sara Bruna Quiñónez en septiembre de 2024.
Según el libro, Cuén Ojeda fue ejecutado dentro de la finca Huertos del Pedregal, donde había acudido a una reunión organizada por Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en la que también estuvo presente Zambada. El relato sostiene que “La Perris” disparó contra Cuén después de que este intentó comunicarse con su familia durante el operativo para capturar al veterano capo y extraditarlo a Estados Unidos.
Audios inéditos y testimonios recabados por los autores, incluyendo declaraciones de un integrante de la familia Guzmán, refuerzan la versión de que “La Perris” fue el responsable directo del asesinato. El lugarteniente fue abatido en mayo pasado durante un operativo en el municipio de Navolato, Sinaloa.
El manejo oficial del caso estuvo marcado por inconsistencias. Versiones periodísticas indican que peritos del Servicio Médico Forense habrían sido presionados para alterar la hora y causa de muerte, registrando oficialmente disparos después de las 22:00 horas, aunque informes no oficiales señalan signos de asfixia por ahorcamiento y que el cuerpo llevaba varias horas sin vida.
La incineración del cuerpo de Cuén Ojeda antes de completar las pruebas forenses alimentó las sospechas sobre un posible encubrimiento. Posteriormente, la Fiscalía General de la República (FGR) atrajo la investigación y citó a declarar a funcionarios estatales involucrados, aunque hasta el momento no se han dado a conocer avances públicos ni responsables oficiales.
La fiscal estatal en funciones, Claudia Zulema Sánchez Kondo, confirmó que el caso permanece bajo competencia federal y que la fiscalía local no tiene acceso al expediente.
A un año de los hechos, el asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda continúa impune, sin que se hayan esclarecido oficialmente los móviles ni identificado a los autores materiales o intelectuales.