LE ADELANTABA AYER que este miércoles el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Estado de México va a resolver un amparo que sentará un precedente de gran trascendencia para los mexicanos.

¿Es aceptable jurídica y moralmente que compañías extranjeras se apropien de las aguas del país? El caso aquí lo hemos venido exponiendo meses atrás, e involucra a la estadounidense Niagara Bottiling. Desde que la firma de Andy Peykoff se instaló en el año 2019, en Soyaniquilpan de Juárez, los habitantes de ese pequeño municipio mexiquense vieron rápidamente diezmados los niveles de sus pozos.

Pese a los reclamos sociales, la empresa opera con total impunidad al amparo de un permiso expedido por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dirigida entonces por Roberto Ramírez, que le permite extraer casi tres mil millones de litros al año.  Inconformes con la pasividad de las autoridades, los habitantes promovieron un amparo alegando que las aguas nacionales pertenecen a los mexicanos, y ningún privado puede apropiarse de ellas.

Para Niagara, el amparo puede marcar el fin de sus operaciones en México o erigirse como la patente de corso que tanto requiere para afianzarse como el titán indiscutible del mercado del agua embotellada.

Y es que, su agua la embotella para Walmart de México, que recién asumió Cristian Barrientos, y que vende con la marca Great Value, como también para Costco, al mando aquí de Moisés Sáenz, que la comercializa con el sello Kirkland.

Se dice que Steeven Calderón, director de Exportaciones en México de Niagara Bottling, recibió instrucciones desde las oficinas centrales en California, Estados Unidos, para realizar cualquier acción que fuera necesaria a fin de obtener una sentencia favorable.

Acatando esta encomienda, la embotelladora extranjera recién contrató los servicios del polémico despacho jalisciense de abogados Martínez y De Labra.

Esta firma legal se encuentra a cargo de Vicente Martínez, señalado de tejer una amplia y red de conexiones de “cabildeo” con gobiernos y obtener “favores” en los tribunales. Es en este contexto que, por primera vez, el Poder Judicial de la Federación resolverá si las embotelladoras pueden vender las aguas nacionales.

De ahí que existen sólo dos opciones para el tribunal mexiquense: o devolver el agua a los mexicanos, o validar un esquema privatizador en perjuicio del propio gobierno federal y de todos los mexicanos. En ambos casos es abrir la caja de Pandora.

Quien tiene a su cargo la propuesta de sentencia es el magistrado Vladimir Véjar Gómez. Según se filtró, el togado federal ha propuesto fallar a favor de la embotelladora. Y aquí viene lo interesante, pues dos de los tres integrantes de este Tribunal, incluyendo el propio togado encargado del proyecto, abandonarán su cargo el próximo Primero de septiembre.

Al encontrarse el Poder Judicial en el “Año de Hidalgo”, se han alineado los intereses tanto de Niagara Bottling como de los togados federales que integran ese Tribunal, a los que no les caerá mal que “alguien” les pague una última “jubilación” por sus servicios.

Y, ciertamente, a la compañía no le interesará que su asunto sea resuelto por los así llamados “jueces del Bienestar” que tendrán como máximo representante a un presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación emanado de pueblos indígenas, Hugo Aguilar Ortiz, quienes están ávidos de legitimar su cargo y esbozar estandartes de “justicia social” con asuntos de esta naturaleza.

Por todo lo anterior, habrá que estar atentos al resultado del fallo, hoy, de ese Tercer Tribunal Colegiado asentado en Naucalpan… si no es que les cae la presión, y deciden patear el caso para más adelante.

LOS QUE SEGURO van estar muy atentos a la sentencia que obtengan hoy, a favor o en contra, los de Niagara Bottling son los de Danone. Y es que la multinacional francesa, que preside Antoine Bernard de Saint-Affrique, enfrenta un caso muy parecido a los que padecen los habitantes de Soyaniquilpan de Juárez, en el Estado de México.

En la región Choluteca de Puebla, las comunidades también denuncian falta de agua y enorme socavón acusando de abusos, ecocidio, sobreexplotación y despojo a Bonafont, empresa filial de Danone. Hace más de cuatro años, el suelo de Santa María Zacatepec, en el estado que gobierna Alejandro Armenta, colapsó en un fenómeno que capturó la atención nacional: un hoyo de más de 120 metros de diámetro que apareció de la nada tragándose campos y casas. Y es que la empresa de Danone dedicada al envasado y venta de agua para consumo humano, Bonafont, por más de 30 años extrajo agua de los manantiales locales para embotellarla y venderla como bienestar.

UN DESASTRE. UN enredo de datos no entendibles, aburridos y planos. Su voz fue de derrota y el cansancio de los jueces, y de ella en particular que no entendieron que tenían que ser firmes y fuertes, pero flexibles y políticos. Era la cabeza de un órgano político-jurídico. Impericia que la República sufrió y cuyos costos todos pagaremos. En el informe final de ayer, la ministra Norma Piña aventó un mar de datos, pero incapaz de ofrecer una, aunque sea una sola disculpa por sus limitadas acciones.

Soberbia hasta el final, y como sello del cierre. Contrastó Loretta Ortiz, quien pausada y coherente, rindió su informe conciliador entre el pasado y el futuro. Ojalá sea señal de que van a usufructuar sus votos electorales para ahora sí ser arrogantemente electorales y libres. Y el toque de ironía lo protagonizó el ministro Javier Laynez, pues al acabar su discurso, su pareja se paró de entre los asistentes de la sesión solemne y se mantuvo firme, aplaudiendo, orillando a los asistentes, empezando por el personal de la ponencia y lentamente por el auditorio, a levantarse. Andrés Manuel López Obrador se refería a Laynez como su “alteza serenísima”, porque le recordaba a Antonio López de Santa Anna. Y la ironía es que en su época de desgracia, su esposa también le llevaba aplausos. Aplausos acarreados para la extinta Corte y acordeones sincronizados para la nueva.

AYER MARTES FALLECIÓ, a los 77 años, Ricardo Guajardo Touché, único mexicano que fue consejero de las 10 empresas más grandes de Monterrey, además de miembro del Consejo Directivo del Tec de Monterrey, su alma mater, donde estudió Ingeniería Electrónica. Fue director general de Grupo Financiero Bancomer (1991-1999) y presidente del Consejo de Administración de Grupo Financiero BBVA Bancomer (2000 a 2004).

Miembro de los consejos de Fomento Económico Mexicano (FEMSA), Bimbo, Vitro, Transportación Marítima Mexicana, Grupo Industrial Alfa, El Puerto de Liverpool, Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), Grupo Valores Monterrey, y presidente del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP). Más recientemente, se desempeñó como presidente del consejo de Solfi. Descanse en paz.

Darío Celis

Darío Celis es periodista especializado en finanzas y negocios, columnista en El Heraldo de México y conductor en Imagen TV y Heraldo Radio. Conduce Tiempo de Negocios y colabora en ADN40, ofreciendo análisis clave sobre economía y empresas.

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