Si usted fue a cargar gasolina el pasado fin de semana, probablemente pagó el litro de Magna a unos 23.50 pesos. Si lo hubiera hecho en Cuba, le habría costado tres pesos más barato.
Se sabe que el combustible no tiene el mismo precio en todo el mundo, pues varía en función de la oferta y la demanda y de los subsidios que aplican los diferentes gobiernos en apoyo de sus consumidores.
De acuerdo con el sitio GlobalPetrolPrices.com, los libios tienen acceso a la gasolina más barata (dos centavos de dólar por litro) y los habitantes de Hong Kong, a la más cara (3.58 dólares por litro). En esta lista, México está en el lugar 100 de 168 países y territorios.
Entre los países latinoamericanos y caribeños en los que la gasolina cuesta más barata que en México están –además de Cuba– Ecuador, Paraguay, Panamá, El Salvador, Honduras, Colombia, Guatemala, Perú, Brasil, República Dominicana, Haití, Chile, Costa Rica y Nicaragua.
De acuerdo con la misma fuente, cargar un tanque de 40 litros de combustible en México se lleva 5.76% del ingreso personal promedio mensual. En Estados Unidos, en cambio, donde el precio promedio del combustible tipo regular durante el fin de semana fue el equivalente de 15.64 pesos por litro, la misma compra representa sólo 0.58% del ingreso.
Se puede entender que los mexicanos paguemos más por la gasolina que los estadunidenses, aunque, desde luego, no necesariamente deba ser así.
Mientras Estados Unidos importa sólo 1% de lo que consume, México compra en el extranjero cerca de la mitad. Además, mientras los estadunidenses pagan un promedio de 16% de impuestos federales y estatales sobre su compra de combustible, los mexicanos deben desembolsar casi 40%, entre IVA e IEPS.
Lo que no tiene lógica es que la gasolina cueste más barata en Cuba que en México. Sobre todo, porque México ha venido vendiendo gasolina a la isla a un ritmo creciente. Es decir, el producto de una actividad –la refinación– en la que Petróleos Mexicanos pierde dinero, según cifras oficiales.
De acuerdo con un reportaje de la periodista Verónica Ayala, en el lapso de un mes (de mayo a junio de este año), Pemex registró ante autoridades aduanales la salida a Cuba de 39 embarques de hidrocarburos –más de uno al día– con un valor superior a 850 millones de dólares o 16 mil millones de pesos.
“Ese monto es cercano al valor del petróleo que Pemex reportó haber enviado a la isla en los dos años previos: mil millones de dólares, entre junio de 2023 y septiembre de 2024”, encontró Ayala.
Los registros de plataformas de comercio exterior –agrega el reportaje– muestran que entre el 29 de mayo y el 27 de junio de 2025 se contabilizó ante aduanas el envío a Cuba de 10.23 millones de barriles de petróleo crudo y 132.5 millones de litros de productos identificados como turbosina, diésel y gasolina regular.
Sería bueno que, en aras de la transparencia, el gobierno precisara cuánto dinero generaron esas exportaciones de crudo y gasolinas a Cuba. Si fue un regalo o se trató de ventas subsidiadas, habrá que explicar entonces por qué los mexicanos pagamos más en la bomba de gasolina que los cubanos.
De acuerdo con datos del régimen comunista de La Habana, un litro de gasolina regular cuesta 1.10 dólares o 20.61 pesos.
Más aún, habría que preguntarse por qué estamos regalando o vendiendo gasolina subsidiada a Cuba, cuando ese país se la vende a sus habitantes 14% más barato que en México. ¿Será para compensar lo que ha dejado de exportarle Venezuela, otro país con régimen dictatorial?
Da la impresión de que el gobierno mexicano es más eficiente en enviar combustible a Cuba que en distribuirlo aquí en el país. Para eso, el transporte no falla.
En cuestión de combustibles, libros de texto y médicos cubanos, parece que México hace lo que La Habana dice.
