Estados Unidos no reabrirá la frontera para la importación de ganado mexicano hasta que la plaga de gusano barrenador se haya desplazado más al sur del país, informó Brooke Rollins, titular del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). La funcionaria explicó que la medida busca evitar la propagación de la mosca parásita hacia territorio estadounidense.
Rollins detalló que el USDA invertirá hasta 750 millones de dólares en la construcción de una planta de producción de moscas estériles en Edinburg, Texas, la cual estará junto a una instalación de dispersión ubicada en la base aérea de Moore y tendrá capacidad para generar 300 millones de moscas estériles por semana. Este método reduce la reproducción de moscas silvestres y ayuda a frenar la plaga.
El organismo también destinará 100 millones de dólares adicionales en tecnologías para combatir la plaga mientras se concluye la nueva planta, cuya construcción podría demorar entre dos y tres años. La funcionaria recordó que Washington suspendió la importación de ganado de México en julio pasado y que en Metapa, México, se edifica otra planta de moscas estériles que tardará cerca de un año en iniciar operaciones.
En Panamá ya opera una instalación que produce hasta 100 millones de moscas estériles por semana. El brote de gusano barrenador, que avanza desde México hacia la frontera con Estados Unidos, mantiene la preocupación de productores texanos por un posible impacto en el precio de la carne de res, que actualmente se encuentra en niveles récord.