La fuerte declaración que ayer hizo la presidenta Claudia Sheinbaum, sobre el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, al que llamó “vendepatrias”, no es sólo un exabrupto de la doctora. Su señalamiento contra el también senador de la República tiene que ver con lo que dentro del movimiento obradorista y de la Presidencia de la República llaman el “Bloque anti-4T”, en el que ubican, con nombre y apellido, a políticos de la oposiciónexpresidentes de la República y exdiplomáticos que están colaborando con el gobierno de los Estados Unidos, particularmente con la Secretaría de Estado de Marco Rubio, para entregar información, señalamientos y denuncias contra Morena y sus dirigentes, funcionarios y gobernadores.

“Tienen un personaje como el presidente del PRI, de malísima fama, con escándalos de corrupción que acompañan su carrera política, yendo a Estados Unidos a denunciar, falsedades además. O sea, además de que quieren que le vaya mal a México, vendepatrias. La verdad, no tiene otro nombre. Y sus amigos del PAN no cantan mal las rancheras, senadores, senadoras, buscando ir a Estados Unidos, a hablar mal de México”, dijo ayer la mandataria nacional cuando la cuestionaron sobre la solicitud de desafuero del líder priista Alejandro Moreno Cárdenas, que ya empezó a procesarse en la Cámara de Diputados.

Y es que, de acuerdo con información de inteligencia que manejan en el gobierno federal, hay todo un grupo de políticos mexicanos opositores al régimen morenista, que llevan ya varios meses colaborando y cooperando con instancias del gobierno de Donald Trump, como la oficina del secretario de Estado, Marco Rubio.

Según las fuentes oficiales, en ese bloque que opera activamente para tratar de minar a la 4T y al régimen gobernante, hay varios grupos que, sin estar necesariamente coordinados, sí comparten el mismo objetivo. Una parte de ese bloque hace activismo y colabora directamente con el gobierno estadounidense operando fuera de México, mientras que otra parte del bloque opera dentro del país y por las vías institucionales.

Por ejemplo, en la labor de entregar información y presentar denuncias en contra de integrantes del régimen morenista, aseguran las fuentes, están participando al menos 3 de los 4 expresidentes de la República que están vivos, los cuales coordinan y operan, a través de excolaboradores suyos, el manejo de información, campañas y toda una estrategia para golpear y debilitar a la llamada 4T ante el gobierno estadounidense.

También ubican en ese bloque a un exembajador mexicano en Estados Unidos, del sexenio calderonista, que actualmente radica en el vecino país; a un extitular de Relaciones Exteriores también de los gobiernos panistas, a un exgobernador panista del norte del país y en ese bloque también ubican al dirigente priista, Alejandro Moreno Cárdenas, de quien comentan que tiene cierto nivel de relación con el secretario Marco Rubio, a quien le entregó las denuncias contra morenistas que menciona la presidenta Sheinbaum.

En el caso de Alito Moreno, aseguran que tiene contratada a una empresa de lobbing y cabildeo de Miami, y que, junto con otro exdirigente nacional del PRI, ambos pagan con sus recursos para que promuevan información en los medios y los círculos políticos estadounidenses en contra de Morena y de la administración de Sheinbaum, lo que también está detrás de las declaraciones de la Presidenta ayer en su mañanera, en la que califica al priista como “vendepatrias” y habla de que presenta “denuncias falsas” ante el gobierno estadounidense. Y eso también explicaría por qué de pronto, después de que le habían congelado y pospuesto las acusaciones de corrupción, ahora se las reactivan al dirigente priista, al que buscan quitarle el fuero para que lo procese la Fiscalía de Campeche.

El otro bloque, que operaría internamente en México, tiene que ver con los que están buscando la formación de nuevos partidos políticos para enfrentar a Morena. Entre ellos está Eduardo Verastegui, Larry Rubín, vocero del Partido Republicano estadounidense en México, además de Juan Iván Peña Nader y Gricha Raether, quienes promueven ante el INE la creación de un émulo del Partido Republicano en México. En el caso de Juan Iván que aparece dando la cara, por la experiencia en la formación de partidos, pues trabajó con Elba Esther Gordillo para la formación del Partido Redes Sociales Progresistas, y colaboró también con gobiernos del PAN y del PRI, mientras que Gricha Reather quien es empresario y líder binacional que figura como secretario general del llamado partido México Republicano.

Otro grupo que opera también contra la 4T es un bloque de ministros de la Corte y magistrados federales, de los que están de salida, que según las fuentes del gobierno morenista traen contratados despachos de cabilderos de Nueva York, con el que buscan promover a nivel internacional un “veto a la Reforma Judicial”. Los juzgadores federales se mueven en el ámbito judicial y de la abogacía de los Estados Unidos con el fin de tratar de tirar, mediante la presión internacional y de los Estados Unidos, los cambios al Poder Judicial Federal que entrarán en funciones el próximo 1 de septiembre.

Hay un bloque más, dentro de los que cabildean y operan contra el régimen morenista, que es el de los que más preocupa por su capacidad económica. Se trata, nos dicen, de un grupo de hombres de negocios del noreste mexicano, todos dueños de grandes empresas que aparecen liderados por otro poderoso empresario que opera desde la Ciudad de México. Ese grupo también invierte en la contratación de despachos que se encargan en Estados Unidos de cabildear, lo mismo en el Congreso del vecino país que en la Casa Blanca, en contra de las autoridades mexicanas y de políticos de Morena señalados por presuntos vínculos con la delincuencia organizada.

En la operación y el lobbing de varios de esos grupos del bloque Anti-4T hay políticos estadounidenses que fungen como los “enlaces” para mover información tanto en el Congreso como en la Secretaría de Estado de Marco Rubio. Los republicanos Ted Cruz y el demócrata Henry Cuellar, son algunos de esos enlaces entre políticos mexicanos y estadounidenses, además de personajes como el abogado binacional Eddy Varón, quien colabora con la Barra Americana de Abogados.

Lo que buscan y cabildean todos esos grupos en bloque es que el gobierno de Estados Unidos declare a Morena, brazo político de los cárteles de la droga mexicanos que ya fueron considerados organizaciones terroristas por la administración de Donald Trump. Y si ya el presidente de los Estados Unidos ha hablado de una “alianza intolerable” del gobierno mexicano con los cárteles del narcotráfico, el único eslabón que les faltaría y que promueve el bloque anti-4T, sería declarar a Morena como el partido que protege al narcotráfico y es el enlace entre el gobierno y los cárteles.

Al final, todos esos grupos que operan contra la 4T, lo que están haciendo es aprovechar el descuido y el deterioro en la relación con los Estados Unidos, que fue prácticamente abandonada y se dejó de hacer cabildeos y lobbing desde las esferas oficiales del gobierno mexicano durante casi 7 años, 6 de López Obrador y lo que va del gobierno de Claudia Sheinbaum. Dice el refrán que en política los vacíos se llenan y, al final, el vacío que dejaron en Washington los morenistas, con sus desaires, reclamos y expresiones de rechazo al “injerencismo estadounidense”, lo están llenado los opositores a la 4T.

Tal vez por eso muchos dicen que en México la oposición no se ve y no hace nada, más allá de vociferar en las tribunas legislativas, para denunciar y enfrentar a Morena. Y es cierto que no estén haciendo mucho en México, pero lo que es en Estados Unidos, según lo que tienen documentado y que tanto molesta e irrita dentro del gobierno y la 4T, sí que andan activos y operando con todo los opositores mexicanos que ven en Trump su última apuesta para debilitar al morenismo que hoy gobierna al país.

A propósito de Larry Rubin, el también presidente de la American Society of Commerce, en la cena de bienvenida que le hizo hace unas semanas al embajador Ronald Johnson, su discurso en ese gran evento causó molestia e irritación en Palacio Nacional. Y es que, ante el nuevo embajador, Rubin dijo que “México le debe al TMEC, pues hay compromisos pendientes sobre reformas legislativas, como las del Poder Judicial, que ya fueron acordados”, además de señalar que el TMEC “no va a ser revisado, sino va a ser renegociado” y comentó que “el combate al crimen organizado, no puede esperar, no es una amenaza lo de los aranceles, es una alerta estratégica, es consecuencia directa de la falta de acción efectiva en temas que impactan la salud y la seguridad nacional de México y Estados Unidos”. Cuentan que tras enterarse de la cena y de esos discursos, desde la Secretaría de Economía se operó para que Larry Rubin fuera removido del cargo de Director Ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica, la AMIIF. A pesar de que el empresario méxico-estadounidense, vinculado al Partido Republicano, llevaba tiempo ocupando esa importante posición, una llamada desde la Secretaría de Economía, después de su discurso en aquella cena para el embajador Johnson, bastó para que se anunciara su salida de esa posición “porque ha concluido su ciclo”. ¿Habrá concluido realmente o lo concluyeron a petición del gobierno federal…Los dados mandaron Escalera Doble para cerrar la semana. Descanso y tranquilidad para los amables lectores.

Salvador García Soto

Salvador García Soto es periodista y analista político, autor de la columna Serpientes y Escaleras en El Universal. Conduce A la 1 en Heraldo Radio y es comentarista en Televisa, destacándose por su visión crítica y su profundo análisis de la actualidad.

Una respuesta a “El bloque anti-4T que coopera con EU”

  1. Ya se tardó EU en declarar, y venir por ellos, al narc0partid0 m0rena como narc0terr0rista. Esa es la única solución que liberaría a México de narc0s, liberaría al país de la narc0dictadura y del narc0aut0ritarism0 de m0rena, el kakas y shitbaum

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