El Cártel de Sinaloa logró infiltrar la Secretaría de Seguridad Pública del estado durante el gobierno de Quirino Ordaz y el inicio de la administración de Rubén Rocha Moya, según documentos clasificados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) divulgados por el colectivo Guacamaya. Los reportes señalan que informantes al interior de la dependencia alertaban en tiempo real sobre operativos o eventos relevantes que pudieran afectar a la organización criminal.
El archivo, titulado Caso Zarigüeya, detalla tres llamadas telefónicas interceptadas el 22 de agosto de 2022, día en que fue detenido Heibar Tapia, hijo de José Guadalupe Tapia Quintero, alias El Lupe Tapia, operador de confianza de Ismael “El Mayo” Zambada.
En las llamadas, Iván Valerio Sainz Salazar, identificado por la Sedena como “operador relevante” y enlace con Iván Archivaldo Guzmán, alias El Chapito, refiere que una persona de confianza ligada a la estructura criminal se encontraba al lado de Cristóbal Castañeda Camarillo, entonces secretario de Seguridad Pública en Sinaloa.
Castañeda Camarillo ocupó ese cargo de 2018 a 2023, bajo los gobiernos de Quirino Ordaz (actual embajador de México en España) y de Rubén Rocha Moya, quien actualmente encabeza el Poder Ejecutivo estatal. Desde junio de 2024, Castañeda funge como secretario de Seguridad del Estado de México, luego de que Delfina Gómez lo designara tras la renuncia de Andrés Andrade.
El informe señala que la infiltración permitió al Cártel del Pacífico conocer actividades de autoridades federales, estatales y municipales, lo que facilitaba una respuesta inmediata por parte del grupo criminal.
En otra conversación, un sujeto identificado como Takataka menciona que envió ocho rifles y 15 equipos a gente de Los Mayos tras la detención de Tapia, en previsión de una posible reacción. También refiere una reunión sobre el tema con un almirante apodado El Almirante de la Pata Salada, presuntamente realizada en el restaurante El Humo en la Ciudad de México.
El pasado 25 de agosto, Ismael “El Mayo” Zambada se declaró culpable ante una corte federal en Nueva York, admitiendo que durante 50 años dirigió una red criminal transnacional y pagó sobornos a autoridades mexicanas de todos los niveles.
Finalmente, en una tercera llamada intervenida ese mismo día, Iván Valerio Sainz Salazar comenta que Los Chapitos consideraban apoyar a Los Mayos para “hacer un desmadre” tras la captura de Heibar Tapia, lo que confirma una posible alianza temporal entre ambas facciones. La Sedena concluye en su informe que con esa detención “se detectó el apoyo de la facción menores (Chapitos) a personal de El Mayo Zambada”.