En medio de la ola de violencia homicida que golpea al estado de Veracruz, donde el 98.9% de los asesinatos violentos queda en la impunidad, a la gobernadora morenista, Rocío Nahle, la ha rebasado completamente el crimen organizado, mientras ella pretende minimizar el tamaño del problema con declaraciones tan torpes e insensibles, como decir que la muerte de la maestra jubilada, Irma Hernández Cruz, cuya ejecución fue grabada por sicarios armados para ponerla como ejemplo por negarse a pagar el derecho de piso de los dos taxis que se compró para sobrevivir en su jubilación, no fue porque la hayan asesinado los criminales, sino porque “la maestra fue violentada, nos indican los forenses, al parecer a raíz de esta violencia le dio un infarto”.

¿Pensará la gobernadora que eso atenúa en algo el escándalo nacional e internacional que se volvió el asesinato de esta mujer que, tras haber servido toda una vida como maestra, aprovechó sus ahorros y su liquidación para trabajar dos autos como taxi para seguir teniendo ingresos en su jubilación, pero que lejos de eso fue secuestrada y asesinada por sicarios armados por negarse a pagar el famoso “derecho de piso” que cobra el crimen organizado?

Vaya manera de Rocío Nahle de enfrentar la descomposición de la seguridad que vive Veracruz en sus primeros meses de gobierno. Tan solo en el primer semestre de este 2025 se registraron 30 feminicidios en Veracruz, y al viralizado asesinato de la maestra Irma Hernández, se suman más homicidios dolosos como el ocurrido ayer en el puerto de Veracruz, en la zona de Boca del Río, donde un médico odontólogo militar, Ribsaim Rodríguez Reta, fue asesinado en un asalto violento en su domicilio, a donde tres hombres armados irrumpieron para robarle una camioneta Kia Sportage blanca.

El dentista egresado de la escuela militar de la Sedena, que no llegaba a los cuarenta años, intentó defenderse del robo y terminó baleado por los asaltantes que huyeron con el vehículo y tras una persecución policiaca que terminó en balacera en las calles del puerto, apenas logró detenerse a un asaltante herido, mientras los otros dos se dieron a la fuga.

Apenas el viernes, la gobernadora morenista reconoció que entre el miércoles y el jueves de la semana pasada se registraron cinco homicidios dolosos en municipios como Perote, Álamo, Coatzacoalcos y Orizaba. Hasta el 11 de julio pasado se contabilizaban 474 homicidios en el estado en los primeros seis meses del año, un promedio de casi 80 asesinatos mensuales, aunque en las cifras oficiales del gobierno estatal, considerando los asesinatos hasta mayo pasado, hablan de un promedio de 65.4 homicidios mensuales y hasta presumen una disminución de ese indicador.

Pero más allá de las cifras y de las declaraciones indolentes de la gobernadora Nahle, la violencia está ensangrentado a muchos municipios y regiones del estado. El 21 de julio pasado sujetos armados irrumpieron en el “Billar Acayucan” de ese municipio y dispararon contra Santiago Bello Rico, un agente de tránsito local que estaba de licencia y que había sido director de Tránsito municipal; él murió de manera instantánea y otro parroquiano que estaba en el billar falleció el sábado víctima de las heridas de bala. También el sábado se reportó el hallazgo de otra mujer muerta en Alama Temapache, el mismo municipio donde secuestraron y asesinaron a la maestra por negarse a ser extorsionada por los criminales, y el pasado viernes fueron hallados dos cuerpos en la carretera federal 190, uno de los cuales era el hermano de Jessica Flor, excandidata del PT al municipio de Yanga.

Otro dato que refuerza el descontrol de la seguridad que vive Veracruz es el aumento de las desapariciones en la entidad. Entre el 2024 y el 2025 crecieron las desapariciones en 542 casos más, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia. De hecho, se teme que el aumento de las desapariciones tenga que ver, como ocurre también en otros estados, con el descenso de homicidios dolosos, pues en muchos casos el crimen organizado prefiere esconder o desaparecer los cuerpos, por lo que muchos casos de asesinatos violentos terminan siendo registrados como desapariciones o como “personas no localizadas”.

Para colmo, también las extorsiones y el derecho de piso del crimen organizado se ha incrementado en la entidad veracruzana. Datos oficiales señalan que hasta junio de este año se han abierto 90 carpetas de investigación por extorsión, la cifra más alta desde junio del 2024. Los municipios de Xalapa, la capital, Veracruz y Coatzacoalcos son los principales focos de extorsión, según las denuncias, mientras que delitos como el robo a negocios y la misma extorsión se incrementan en la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río. En cuanto al secuestro, el estado es uno de los primeros lugares a nivel nacional, donde aparece junto a Sinaloa, Edomex, Chihuahua y Puebla, y para muestra lo que sucede en Poza Rica, donde en los últimos 8 meses –7 ya en el gobierno de Nahle— han secuestrado y atacado a 10 funcionarios municipales como regidores, directores y colaboradores del alcalde morenista Fernando Remes.

Así que mientras la gobernadora no puede parar la violencia y la inseguridad que asedian a los veracruzanos —buena parte de ella heredada por el exgobernador Cuitláhuac García que hoy despacha como flamante director de Cenagas, a pesar del desastre que fue su gobierno— la realidad es que Rocío Nahle no parece siquiera dimensionar el tamaño del problema. El viernes pasado, en medio del escándalo por la ola de homicidios que azota a su estado, le preguntaron a la morenista qué hacía su gobierno para enfrentar esta violencia: “Vamos bien, hemos avanzado mucho. Miren a mi me sirve mucho andar en todo el territorio, ahorita viendo el avance de la carretera Córdoba-Veracruz… y en materia de seguridad también vamos avanzando muchísimo, pero vamos bien, ahí vamos”, dijo sonriente la mandataria veracruzana.

¿A quiénes se referirá Nahle cuando dice que “vamos bien”, a la familia de la maestra asesinada por no pagar derecho de piso, a los del policía de tránsito baleado en Acayucan o a la del dentista militar que por robarle su camioneta lo dejaron muerto en el suelo de su casa, abatido a balazos? Si eso es “ir bien” en materia de seguridad o de lo que sea, ahora se entiende por qué la gobernadora salió a aclarar, tan solícita como torpemente, que a la maestra no la mataron los sicarios que la secuestraron y asesinaron, sino el infarto que le dio mientras la violentaban. Ese vicio por los eufemismos y el querer “suavizar” algo tan cruel como la muerte, no sólo muestran indolencia y cero empatía de la gobernadora con las víctimas, también confirman su incapacidad e incompetencia.

A la presidenta Sheinbaum y a la controvertida dirigente de MorenaLuisa María Alcalde, ya se les agota el repertorio de frases y discursos sobre la “austeridad”, la “humildad del poder” o “la justa medianía” y ambas tienen que hacer malabares para responder a las preguntas de los periodistas sobre las lujosas vacaciones de los dirigentes, funcionarios y congresistas del oficialismo. Y es que mientras Andy López Beltrán no consideró importante asistir a reciente Consejo Nacional de Morena, del que se supone que es secretario de Organización, el fin de semana se filtraron fotos de su estancia en Tokio, en un hotel de lujo, donde se le vio junto a Daniel Asaf, el actual diputado federal y quien fuera el ujier y coordinador de giras del ex presidente López Obrador. “El poder es humildad y hay que ejercerlo de esa manera, hay que ser austero. Ahora no se está cometiendo ningún delito, porque finalmente se utilizan sus propios recursos para irse de vacaciones, cada quien actúa de acuerdo a su visión”, dijo la presidenta el viernes, luego de que también se mostraran imágenes de Mario Delgado, su secretario de Educación, en un exclusivo hotel de Portugal, junto a las vacaciones de Ricardo Monreal en España. En fin, que mientras Sheinbaum y Alcalde parecen malabaristas a las que se les caen las pelotas porque ya no pueden ocultar las incongruencias de sus militantes y la burla a sus “principios de austeridad”, lo que no deja de ser notorio es que a los morenistas que les gusta viajar y vacacionar como empresarios, ya no les dieron ganas de ir a los Estados Unidos y la mayoría de ellos optaron por alejarse lo más posible del vecino país, unos a Europa y otros hasta el lejano Oriente. Dirán que entre más lejos de la Casa Blanca mejor, o también será que a varios de ellos cruzar en este momento la frontera y poner un pie en territorio estadounidense les significarían vacaciones extremas, por el riesgo de que los interroguen, les cancelen la visa o de plano los detengan… Y en medio de tantos problemas graves que tiene el país, los diputados federales —los pocos que no andan vacacionando— se ocupan de todo menos de las cosas importantes. Porque según la agenda legislativa de esta semana que inicia, la Comisión de Gobernación y Población de la Cámara de Diputados votará cuatro declaratorias que uno pensaría que debieran ser sobre asuntos fundamentales para la estabilidad, gobernabilidad y desarrollo democrático que exige el Estado mexicano. Pues bien, los diputados declararán los días nacionales del periodismo deportivo, del maíz nativo libre de transgénicos, de la talavera y el más importante y sin duda trascendental, el día nacional del chile en nogada. Nomás para que luego no digan que los señores diputados pierden el tiempo en pendejadas… Los dados abren con Doble Serpiente. La semana se viene compleja.

Salvador García Soto

Salvador García Soto es periodista y analista político, autor de la columna Serpientes y Escaleras en El Universal. Conduce A la 1 en Heraldo Radio y es comentarista en Televisa, destacándose por su visión crítica y su profundo análisis de la actualidad.

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