La señora Presidente formal de nuestro país, Claudia Sheinbaum, posee una personalidad controvertida y contradictoria.
Activista por las libertades durante su juventud en la UNAM y en Berkeley, militante del Partido Comunista e, incluso, del movimiento guerrillero colombiano M-19, hoy se muestra radicalmente opuesta a sus principios y orígenes: derechista muy cercana al fascismo y autoritaria como cualquier otro dictador tropical… aunque, al mismo tiempo, es sumisa ante las órdenes de su creador López Obrador.
En días recientes la más acabada creatura del obradorato ha expedido leyes contra las que en otras épocas, no tan lejanas incluso, se habría opuesto como adversaria de eso que ellos llaman neoliberalismo… que no lo era.
Todo tipo de garantías individuales o de derechos humanos, como ahora se les llama, serán violados a partir de su promulgación en próximos días.
Todos son graves, pero quizá el que más lo sea es el del espionaje a los ciudadanos que contribuimos con nuestros impuestos al mantenimiento del pesado aparato gubernamental que, lo peor, no nos retribuye ni en servicios ni en obra pública.
También en los últimos días se han citado a George Orwell (1984 y Rebelión en la Granja) y al fascismo de Benito Mussolini para describir nuestra futura negra realidad, pero lo que está sucediendo ya es más parecido a la época del Terror Rojo de Joseph Stalin, de la segunda década del siglo XX, o al nacional socialismo, del séptimo quinquenio de esa centuria, instaurado por Adolf Hitler.
Paradójico para una mujer nacida de vientre judío, cuyos antepasados más directos sufrieron las persecuciones y hasta el Holocausto que eliminó a seis millones de personas asesinadas por el nazismo.
Bigote de morsa
Como en el Terror Rojo estalinista, lo que el régimen de Cuarta… Transformación persigue es el inicio de una campaña de eliminación brutal en contra de los “enemigos de clase” de los cuatroteros que así buscan perpetuarse en el poder, asumiéndose como los únicos defensores de los pobres cuyo número crece por millones día a día en nuestro país, no obstante los programas asistencialistas conocidos como “del Bienestar”.
Eliminación, sí, de cualquiera que sea sospechoso de estar alineado con los “adversarios”, con las oposiciones, con lo intolerables críticos que les dicen sus verdades.
Es célebre la frase atribuida al líder de la Checa formada por Stalin, Martyn Latsis:
“No estamos librando una guerra contra personas individuales. Estamos exterminando a la burguesía como clase”.
Y alentó así a sus compañeros bolcheviques a golpear a las personas sospechosas de simpatizar con la burguesía en vez de buscar pruebas para verificar que realmente habían actuado contra los soviéticos. En solo meses, la Checa ejecutó a al menos diez mil personas. Y a miles más las pusieron en campos en los que las liquidaban en masacres frecuentes.
En la época de Stalin, el “espionaje rojo” abarcaba actividades de inteligencia y contrainteligencia de la Unión Soviética, especialmente a través de la NKVD y luego de la KGB, así como redes de espionaje como la Orquesta Roja. Estas actividades fueron cruciales para la seguridad del estado soviético, la expansión de su influencia y la lucha contra enemigos internos y externos.
Aquí, ahora, además del legal CISEN o como se llame ahora, de las unidades de inteligencia de la Defensa y de Marina, el espionaje se llevará a cabo por la militarizada Guardia Nacional, la Agencia de Transformación Digital a cargo de un dependiente directo de la Presidente formal, José Pepe Merino, y la Secretaría de Gobernación a través de la nueva CURP con todos nuestros datos: desde los biométricos, hasta los médicos y financieros, más nuestra precisa ubicación en tiempo real.
Bigote de cepillo de dientes
Durante la Alemania nazi, el espionaje estuvo a cargo de varias organizaciones, siendo las más importantes la Abwehr (inteligencia militar) y el Sicherheitsdienst (SD), junto con la Gestapo (policía política).
Estas agencias se encargaron de recolectar información, realizar operaciones encubiertas y combatir la resistencia interna.
La Abwehr fue la agencia de inteligencia militar alemana, responsable de recopilar información sobre países extranjeros y actividades de sabotaje.
El servicio de seguridad del Partido Nazi, encargado de la vigilancia política y la eliminación de la oposición fue el Sicherheitsdienst (SD).
La Gestapo es hasta ahora la más conocida: Policía secreta del estado nazi, encargada de investigar y reprimir cualquier amenaza al régimen.
Las organizaciones de espionaje nazis recopilaron información sobre las fuerzas militares y políticas de otros países, así como sobre la resistencia interna en Alemania.
Llevaron a cabo operaciones de sabotaje, infiltración y propaganda para debilitar a los enemigos de Alemania.
La Gestapo y el SD se encargaron de vigilar y reprimir a cualquier persona sospechosa de ser una amenaza para el régimen nazi.
De entre los espías de Hitler destacan Paul Thümmel, un militar y agente secreto alemán que también colaboró con el servicio secreto checoslovaco, considerado por algunos historiadores como el espía más eficaz de la Segunda Guerra Mundial. E Hilda Krüger, una actriz alemana enviada a México por los nazis para buscar apoyo para la invasión de la Unión Soviética.
La Abwehr participó en operaciones de sabotaje y espionaje en países como Gibraltar y Estados Unidos, aunque sus agentes a menudo resultaron ineficaces.
Las organizaciones de espionaje nazis dejaron un legado de violencia y represión, así como un ejemplo de cómo el espionaje puede ser utilizado para fines políticos y militares.
¿Qué bigote le sienta mejor a Claudia?
¿A qué régimen autoritario se acerca más el de Cuarta… Transformación que padecemos los mexicanos?
¿Al estalinista?
¿Al hitleriano?
¿Al mussoliniano?
¿O a los fantasiosos orwellianos?
¿Qué bigote le acomoda más a la Presidenta formal de México?
¿El de morsa que usó Joseph Stalin?
¿O el de cepillo de dientes que Hitler le copió a Charles Chaplin?
Decídalo usted.
Indicios
Pecan de ingenuos quienes aún piensan que la Casa Blanca y el Capitolio podrían poner un freno al autoritarismo que se adueña de nuestro país. No creo que les moleste ni que les importe. Los políticos estadounidenses lo han tolerado y, en algunos casos, a conveniencia, hasta lo han consentido en la Cuba de Fidel Castro y sucesores, en la Venezuela de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en la Nicaragua de los esposos Ortega-Murillo, en el Ecuador de Rafael Correa, y en la Bolivia de Evo Morales, pertenecientes todos a la corriente denominada Socialismo del Siglo XXI. * * * Por hoy es todo. Le reconozco que haya leído este Índice Político y le deseo, como siempre, que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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