La debilidad de la oposición es manifiesta.

Está marcadamente desarticulada. Carece de liderazgos fuertes. No tiene un proyecto que entusiasme a los electores.

Su propuesta recurrente es sacar a Morena del poder. Se necesita mucho más para derrotar al oficialismo, que tiene como imán de votantes los programas sociales. Un reto difícil de superar.

Ni siquiera sabemos si los partidos que la integran irán aliados en 2027, menos en 2030.

En siete años ha sido incapaz de defender la democracia, impedir la destrucción de las instituciones, restaurar el Estado de derecho, abandonado desde 2018.

Su papel ha sido casi testimonial frente al oficialismo.

* La coalición PAN-PRI-PRD integró en las pasadas elecciones partidos que abarcan todo el espectro ideológico. Derecha-centro-izquierda. Eso dificultó la posibilidad de presentar un mensaje coherente que atrajera a los votantes.

El partido del sol azteca ya desapareció. Ni el PAN ni el PRI tienen grandes prospectos para 2030. Ricardo Anaya, senador y excandidato presidencial, destaca en el azul.

Podríamos mencionar también a Damián Zepeda, exsenador y comentarista en el programa Es la hora de opinar, que conduce Leo Zuckermann.

Hace tres semanas, Zepeda expuso sus dudas de que vaya a aparecer un “salvador” en la oposición. En su cuenta de X escribió:

“Lo que necesitamos (en la oposición) es una carrera de competencia libre, donde expongamos ideas y el ciudadano elija los candidatos. ¡Primarias abiertas!”.

A ellos dos agregamos los “gallos” de Jorge Romero, jefe nacional del PAN, para la elección presidencial, dentro de cinco años. Todos son gobernadores(as): Mauricio Kuri, Querétaro; Tere Jiménez, Aguascalientes; María Eugenia Campos, Chihuahua, y Libia Dennise García, Guanajuato.

* El otrora poderoso PRI no tiene figuras con posibilidades de llegar a Palacio Nacional. Le hice la pregunta a Grok sobre quién podría ser el bueno del tricolor. Pone a Alito Moreno en primer lugar. Menciona también a Rubén Moreira.

MC ha caminado solo. Es el partido emergente. Lo vimos en las elecciones concurrentes del pasado 10 de junio. El partido naranja creció. Tiene un líder potencial en el senador Luis Donaldo Colosio hijo.

Antes de llegar al Senado, el joven político, 39 años, daba muestras de sensatez y generosidad: Le pidió a López Obrador otorgar la gracia a Mario Aburto, asesino de su padre en aquel aciago 1994.

A eso hay que agregar su negativa a ser candidato presidencial en 2024 por considerar que no era su momento. La marca lo favorece sobre Samuel García, gobernador de Nuevo León, como presidenciable del partido naranja.

Su desempeño en la Cámara alta, sin embargo, ha dejado que desear. No ha destacado entre sus pares. Tampoco es orador frecuente en la tribuna. Es el presidente de la Comisión de Derechos Digitales, que no da mucho espacio para el lucimiento.

* Faltan cinco años para la siguiente elección presidencial. Por el lado de Morena se perfila Andy. No tiene más “mérito” que ser hijo del expresidente López Obrador. Como operador electoral resultó un fiasco en la pasada elección de alcaldes en Durango.

Me atrevería a afirmar que entre los presidenciables de Morena está Omar García Harfuch, hombre de confianza de la presidenta Sheinbaum. Ha dado resultados. Es popular. No hay que olvidar, sin embargo, que AMLO lo vetó como candidato a jefe de Gobierno. Ése es su mayor obstáculo.

Marcelo Ebrard es, sin duda, el mejor perfil que tiene el guinda para permanecer en la Presidencia de la República en el sexenio 2030-2036. Su trayectoria avala al actual secretario de Economía, quien tiene la etiqueta de aspirante eterno.

Parece una vacilada, pero Fernández Noroña también quiere. Su presente lo exhibe como un hombre embriagado de poder, excluyente y necio. No es un buen presidente de la Mesa Directiva del Senado.

Y, sin embargo, una encuesta de Lorena Becerra, para Latinus, lo pone en tercer lugar entre los presidenciables de Morena, sólo debajo de los dos ya mencionados.

Sobre el tema vi una entrevista de Vicente Fox con Rey Rodríguez, de CNN en español. El expresidente de la República sí cree en la existencia de un “salvador”. Dijo en esa entrevista:

“Una sola persona con cara, nombre y apellido cambia el mundo. Ejemplo, Nelson Mandela, ejemplo, Martin Luther King; ejemplo, Mahatma Gandhi; ejemplo, Lech Walesa.

“Ese líder anda por allí en este momento. Nadie sabe quién es, pero surgirá con el poder y la fuerza de liderazgo, la convicción, la pasión y la esperanza de cambiar las cosas. Yo creo que en el 2030 estamos poniendo la apuesta, estaré comentando contigo que México volvió a ser democrático”.

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