Nos cuentan que funcionarios del gobierno y líderes de Morena se pusieron a planear una nueva “asamblea informativa” en el Zócalo para respaldar a la presidenta Claudia Sheinbaum. La concentración que alientan también legisladores guindas y de sus partidos aliados, sería la respuesta al “nuevo embate” desde Estados Unidos alentado, dicen, por la oposición, luego de los nuevos aranceles anunciados por Donald Trump y de las declaraciones de Jeffrey Lichtman, abogado del narcotraficante Ovidio Guzmán, quien el viernes se convirtió oficialmente en testigo colaborador del Departamento de Justicia. Nos aclaran que en Palacio Nacional no les han dicho ni sí ni no y la mandataria ha declarado que habrá un acuerdo antes de la entrada en vigor de las tarifas, por lo que podría ocurrir como la vez pasada, que la asamblea informativa en defensa de la soberanía terminó en festival musical. Total, que el ADN morenista se hace presente: ante cualquier dificultad, mitin en el Zócalo.

El que aseguran que anda nervioso y desde hace días no se presenta en el Senado es el coordinador de Morena, Adán Augusto López, ya que desde hace unos días se daba por hecho que existe una orden de aprehensión contra Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco durante el mandato en el gobierno estatal del hoy senador. A don Hernán se le acusa de encabezar el grupo delictivo “La Barredora”. El pleito sube de nivel entre el actual mandatario, Javier May, y don Adán, quien presume ser “hermano” político del expresidente López Obrador.

Desde los pasillos de Palacio Nacional nos comentan que la competencia entre las fuerzas del gabinete de seguridad está al rojo vivo. Pero esta vez no se trata de un problema, sino de una pugna que está dando resultados; si un grupo asegura 10 toneladas de droga, el otro va por 15; si uno detiene a un mando del narco, el otro responde con dos. El que anda muy contento es el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, quien necesita buenas cuentas para que lo dejen fortalecer su estructura de inteligencia y conformar sus fuerzas especiales. Como en todo, hay un lado menos amable en el tema: el grupo más duro del equipo gobernante ya se queja de que tanto decomiso y tantas detenciones parecen destinados a exhibir al expresidente López Obrador. Así tendrán la conciencia.

Nos comentan que la sorpresiva renuncia del fiscal de Michoacán, Adrián López Solís, tiene que ver más con acuerdos políticos con el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla que con sus resultados. Cercano al prófugo exgobernador Silvano Aureoles, don Adrián asumió como primer fiscal del estado en 2019, y con la llegada del gobierno morenista, fue visto como una herencia de don Silvano para blindarlo. Nos aseguran que su sobrevivencia fue posible por acuerdos con el morenismo michoacano, uno de los cuales incluyó el traspaso de la senadora perredista Araceli Saucedo a la bancada guinda para darle la mayoría en la aprobación de la reforma judicial, pues la legisladora es del grupo político del todavía fiscal.

Bajo Reserva

Bajo Reserva es elaborada con aportaciones de periodistas y colaboradores de El Universal previamente verificadas.

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