La historia es simple. El gobierno de la 4T aprobó una ley que obliga a todos los ciudadanos a usar Llave MX, una plataforma digital que concentrará tu CURP, tus datos biométricos, tu historial de trámites, tu información médica, financiera y cualquier cosa que se les ocurra registrar.
En paralelo, también aprobaron la CURP biométrica obligatoria. Huellas, foto, todo. Sin eso, no podrás hacer trámites, ni públicos ni privados.
Nada.
La excusa oficial es que así será más fácil identificar personas desaparecidas. Un argumento cómodo para justificar una medida que en realidad no tiene otro fin que el control.
El verdadero objetivo está en otro lado: elecciones.
Ya se dieron cuenta de que su estrategia de movilización electoral está agotada. No convencen, no movilizan, no ganan votos donde no reparten dinero. Lo vieron con su elección judicial: la gente no salió.
Entonces, necesitan otro mecanismo. Y ese mecanismo es este.
Llave MX no es una herramienta para el pueblo. Es una base de datos electoral.
Les permitirá saber exactamente quién recibe beneficios, dónde vive, en qué estado de necesidad está y cómo presionarlo.
No tendrán que convencer a nadie, bastará con activar las alertas en su app el día de la elección.
Eso es lo que están construyendo. No una plataforma para reducir la burocracia, sino una estructura para garantizar votos.
Todo este sistema lo controlará la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, dirigida por Pepe Merino. El mismo operador político de confianza de Sheinbaum, ahora con acceso a la base de datos más completa del país. Y no es una especulación: la App México ya está en marcha, será el canal central para acceder a todos los trámites, y por supuesto, para vigilar el comportamiento de los usuarios.
Eso es lo que quieren: que cada persona sea trazable, medible y utilizable en términos electorales.
Y el problema no es solo el uso político…
Es la vulnerabilidad.
México ha sido blanco constante de ciberataques. Hackearon la Sedena, la Consejería Jurídica, el sistema del SAT y hasta la plataforma Llave CDMX, dejando expuesta la información de millones. Hackearon el C5 y lograron asesinar a un informante del FBI en plena Ciudad de México.
Esto no es paranoia. Es realidad.
Y ahora quieren poner toda tu vida digital en una plataforma sin garantías, sin protección legal y sin presupuesto serio para ciberseguridad.
No hay legislación sólida, no hay supervisión independiente, no hay control judicial. Pero sí una urgencia desmedida por centralizar todo. ¿Para qué? Para tener a la ciudadanía bajo control.
Ojalá no caiga en manos del crimen, como las cámaras de CDMX.
Si no accedes a Llave MX, no haces trámites.
No existes.