Una mezcla de cooperación, tensiones y desafíos en temas como fentanilo, comercio y migración distingue las relaciones entre México y Estados Unidos.

Los presidentes Claudia Sheinbaum y Donald Trump no se han entrevistado personalmente desde que el estadunidense regresó a la Casa Blanca, el pasado 20 de enero.

El encuentro que tenían pactado en Canadá, con motivo de la Cumbre del G7, no se concretó por la prisa del jefe de la Casa Blanca en jugar a la guerra en Oriente Medio.

Fuentes de la embajada en Washington nos hacen ver, sin embargo, que ambos mandatarios han sostenido 12 llamadas telefónicas. “Doce llamadas no las tiene ningún jefe de Estado en el mundo”, subrayan.

* Las fuentes recuerdan que, inicialmente, Trump le dijo a Sheinbaum que quería que México se aplicara en temas como el fentanilo, la seguridad y la migración; y que por eso nos iba a poner un arancel de 25 por ciento. “Afortunadamente en esos temas se ha avanzado de manera notable”, subrayan.

Y citan una rueda de prensa en la que el presidente Trump habría dicho: “Yo convoqué a una reunión para ver cómo estaban las cosas en la frontera y me dijeron que no era necesario porque ya, literalmente, el paso de migrantes es cero”.

Buena parte de esa tarea, aseguran, se hace en México, y es algo muy reconocido de parte de Trump por el trabajo que se está haciendo. Datos que maneja el gobierno mexicano señalan que el tráfico de fentanilo hacia EU ha bajado 70% gracias, en parte, a la estrategia de haber enviado a 10 mil elementos de la Guardia Nacional a la frontera.

Se están destruyendo tanto laboratorios como máquinas para hacer pastillas y hay 13 mil personas más en la cárcel por este tema desde que entró la Presidenta, destacan.

* El secretario de Estado de EU, Marco Rubio, y el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, hablaron por teléfono ayer a las 10 de la mañana.

La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, publicó un comunicado sobre la llamada: “Los secretarios reafirmaron su compromiso mutuo de trabajar de manera conjunta para desmantelar las organizaciones delictivas y terroristas transnacionales que envenenan nuestras comunidades, amenazan la soberanía de México y matan a nuestros ciudadanos”.

Las fuentes citadas confirman que hubo una buena conversación. “Se plantearon trabajar todos estos temas en un marco integral. Habrá reuniones aquí para eso en los próximos días”, puntualizan.

* Nos dicen que después de que se tenga el acuerdo ya se verá si hay una visita a México de Trump o si, en un momento dado, la Presidenta va a EU. La posibilidad de que se dé esa entrevista es alta, según la parte mexicana. Obviamente, primero hay que tener resuelta la sustancia. La visita es la forma, la sustancia es el acuerdo. “Las cosas van avanzadas”, aseguran.

* El panorama optimista nos llevó a preguntar las razones que tendría la procuradora de EU, Pam Bondi, para colocar a México como “adversario extranjero” junto con Irán, China y Rusia. “Fue un desliz por la presión de la comparecencia. El senador republicano Lindsey Graham la asedió todo el tiempo con preguntas sobre México, en particular sobre la cooperación de nuestro país en materia de combate al narcotráfico”.

La respuesta de Bondi, según las fuentes, dio oportunidad para que Graham despotricara contra México. La procuradora dijo: “Ésa es una conversación que es mejor tenerla en un entorno clasificado”. El embajador de México en Washington, Esteban Moctezuma, pidió ayer una entrevista con Bondi y está en espera de una respuesta, revelan las fuentes.

Destacan que, un día antes que Bondi, comparecieron en el Senado los titulares de la CIA, la DEA y el FBI.

Graham los presionó para que hablaran mal de México. “No sólo no lo hicieron, sino que coincidieron en señalar que hay una estrategia que está funcionando, una comunicación continua y, sobre todo, que hay resultados”, sintetizaron.

* Las deportaciones de connacionales es un tema que sí preocupa a México. Ahora, con el nuevo presupuesto de Trump, van a fortalecer agencias y policías.

“Eso va a ayudar a que tengan mucho más capacidad de acción… Lo que quiere Trump (en deportaciones) es una cifra muy grandota (3 mil diarias) y no va a aflojar”, vaticinan.

Nos hacen ver, sin embargo, que se avanzó en el tema de los trabajadores agrícolas y de la construcción. El propio Trump anunció que evalúa dar permisos temporales a trabajadores en esas dos ramas. En la agricultura, la cifra de empleados indocumentados asciende a 42%, según datos del Departamento de Agricultura citados por el New York Times, mientras que en la construcción la cifra es de 14.1%, de acuerdo al American Immigration Council.

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