El Gobierno federal asumió esta semana el control total de la seguridad en Sinaloa tras la designación de un militar, enviado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), como nuevo jefe de la policía municipal de Culiacán, una de las últimas estructuras de seguridad que aún permanecían bajo el control del gobernador Rubén Rocha Moya.
La llegada del nuevo mando coincide con la presencia del general Óscar Rentería, nombrado desde diciembre como secretario estatal de Seguridad. Rentería actúa con autonomía respecto al gobierno estatal y solo reporta a los altos mandos federales: el general Ricardo Trevilla y el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch.
Según fuentes consultadas, Rocha es visto desde el centro como un obstáculo para resolver la crisis de seguridad en el estado, donde las cifras delictivas siguen en niveles críticos. La presencia directa de Sedena busca intervenir en estructuras señaladas por sus presuntos vínculos con el grupo criminal “Los Chapitos”, facción del Cártel de Sinaloa.
La policía de Culiacán es considerada una pieza clave en esa red de complicidades, por lo que su control por parte del Ejército representa un intento por desarticular esas conexiones. Desde el gobierno federal se interpreta como un movimiento estratégico que, según el propio Rocha, podría reflejar un repliegue de “Los Chapitos” en la entidad.
El operativo de reposicionamiento ocurre en la antesala de una nueva audiencia en Estados Unidos relacionada con Ovidio Guzmán, prevista para este viernes, en la que podría avanzar un posible acuerdo con la administración del expresidente Donald Trump, a quien se perfila como contendiente en las elecciones de noviembre.
La facción de Ismael “El Mayo” Zambada, también detenido en EU, ganaría terreno ante el eventual debilitamiento del grupo de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, lo que tendría implicaciones directas en la disputa política dentro de Sinaloa.
En paralelo, Rubén Rocha ha incrementado su acercamiento con el Partido Verde, al que ha pedido a los alcaldes de Morena que den entrada a sus dirigentes durante sus recorridos por el estado. En círculos locales, crece la versión de que si Morena bloquea la candidatura del senador Enrique Inzunza, el Verde sería la vía alterna para asegurar una sucesión alineada con el actual mandatario.