Es buena noticia que los hombres fuertes del partido mexicano en el poder conozcan de primera mano las virtudes de una sociedad como la japonesa, que aprendan lo que ha significado para millones de personas saber gobernar combinando libertades y tradiciones, consolidar un estado social sin aplastar la productividad, tener la vista en el futuro y no en los agravios. Qué bien que el número dos de Morena, Andrés López Beltrán, tenga el privilegio de palpar al glorioso Japón. El problema es la hipocresía con la que viajan.

El lunes pasado le pregunté a la presidenta del partido qué cosa más importante tenía López Beltrán en su agenda para no asistir a la sesión del Consejo Nacional en un momento, digamos, delicado. Ella contestó con evasivas, no tuvo la firmeza, no se atrevió a decir ante una audiencia numerosa que él se encontraba en Tokio y quizás otras ciudades de Oriente.

Debió venir la inexorable foto de la persona que sea en el lugar del mundo que sea para que conociéramos la respuesta. Queda ahí la estampa que incluso algunos aplaudidores de la 4T consideran que mancha el legado del padre de López Beltrán y estorba a la presidenta Sheinbaum. Pues sí, porque parafraseando al clásico: por la forma en que lo hacen, la verdadera doctrina de los viajes de la “izquierda” al extranjero es la hipocresía.

Ciro Gómez Leyva

Ciro Gómez Leyva es periodista y escritor, reconocido con premios como el Rodolfo Walsh y el Nacional de Locución. Conduce Ciro por la Mañana en Radio Fórmula y es autor de la columna 365 días, consolidándose como una de las voces más influyentes del periodismo mexicano.

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