Nos comentan que la salida de Teresa Guadalupe Reyes de la Comisión Nacional de Búsqueda no fue ni tersa ni voluntaria pues, tras enfrentarse al diálogo con grupos de rastreadoras, comprendió que la magnitud del problema la rebasaba por completo. Reyes nunca conectó con la causa, ni comprendió el trato humano que requiere el cargo. Ahora, la Secretaría de Gobernación debe de trabajar en un relevo y ha prometido un proceso “abierto y transparente”. Las buscadoras proponen desaparecer la comisión y canalizar sus recursos a las instancias locales, pero habrá que ver qué se decide. Por lo pronto, doña Teresa ya fue desaparecida de la nómina de la Comisión Nacional de Búsqueda, e irónicamente, nadie quiere que aparezca de nuevo en esa oficina.

Nos comentan que la “guerra” que se ha desatado entre el dirigente del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, y Morena, es “fuego de artificio”. Aseguran que son pocas las posibilidades deque avance la solicitud para que pierda el fuero, pues hasta ahora las denuncias penales no han prosperado y Morena no ha mostrado un verdadero interés en desaforarlo. Y, por lo que toca a las denuncias penales de Alito Moreno contra gobernadores y exgobernadores de Morena, el expresidente López Obrador y otros personajes de la autollamada Cuarta Transformación, por sus presuntos vínculos con el crimen organizado al parecer tampoco tienen sustento legal, pero sí hacen ruido en México y en el extranjero. Una guerra, en la que los dos bandos disparan balas de salva, nos dicen.

La semana pasada se estableció una nueva modalidad de “corral de la ignominia” en la Comisión Permanente del Congreso, con sede en el Senado. Se trata de un cordón humano de personal de Resguardo Parlamentario para evitar que reporteros cuestionaran al coordinador de Morena, Adán Augusto López, respecto al tema de “La Barredora”. Ayer miércoles, los fotógrafos fueron impedidos para ingresar a los balcones laterales del pleno. Nos comentan que desde ese ángulo los fotoperiodistas han logrado captar algunos mensajes de los teléfonos celulares de los senadores, o lo que ven en sus dispositivos móviles durante la sesión. Y ayer, también desde esos balcones, la oposición tenía preparadas grandes mantas para extenderse donde se exponía la situación de “pudrición” en Tabasco, sin embargo, el oficialismo ordenó no permitir que nadie tuviera acceso a ese lugar para evitar que las mantas, que estaban enrolladas, fueran desplegadas. De esos temas no se habla.

La UNAM y la Cancillería unieron voluntades en favor de la paz. Nos comentan que ayer el rector Leonardo Lomelí y el canciller Juan Ramón de la Fuente firmaron una carta de entendimiento sobre la Cultura de Paz, en compañía de la embajadora de Noruega, Ragnhild Imerslund, así como de representantes del NOREF, el centro noruego para la resolución de conflictos. Nos dicen que la Universidad y Relaciones Exteriores desarrollarán acciones conjuntas a favor de la cultura de paz y de la solución pacífica de los conflictos, con el apoyo y asesoría de los noruegos, vanguardia mundial en la materia. De esta manera, unirán esfuerzos la academia, la diplomacia y la cooperación internacional. Y no es para menos. La paz está siendo una necesidad insoslayable en el ámbito internacional, en el nacional e incluso para la UNAM. Tan solo recordemos la agresión brutal al Museo Universitario Arte Contemporáneo, perpetrada hace unos días por un grupo de embozados.

Bajo Reserva

Bajo Reserva es elaborada con aportaciones de periodistas y colaboradores de El Universal previamente verificadas.

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