Al menos 12 carboneras presuntamente utilizadas para incinerar cuerpos humanos fueron localizadas por el colectivo Madres Buscadoras de Sonora en una zona despoblada del municipio de Hermosillo, cerca de la comunidad de Bahía de Kino, la tarde del martes 29 de julio.

El hallazgo ocurrió luego de que el colectivo recibió una denuncia anónima con la ubicación exacta del sitio, ubicado entre los kilómetros 87 y 88 de la Carretera 100. Las integrantes, acompañadas por elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP), encontraron varias estructuras cubiertas con basura y tierra, y al menos dos que presentaban señales recientes de haber sido utilizadas.

De acuerdo con el testimonio recibido, en al menos 10 de estos hornos clandestinos se habrían incinerado cuerpos humanos. La fundadora del colectivo, Ceci Flores, confirmó que el lugar tiene un significado especial, ya que podrían encontrarse restos de su hijo Marco Antonio, desaparecido hace seis años en la región.

El reporte anónimo también advirtió sobre la posible existencia de fosas clandestinas en el mismo predio, por lo que el colectivo planea realizar excavaciones en los próximos días para confirmar o descartar esa información.

Al tratarse de una propiedad privada, Flores señaló que primero buscarán contactar al dueño de la parcela para solicitar acceso legal, y en caso de no obtener respuesta, recurrirán a una orden de cateo judicial.

El colectivo subrayó que, en caso de localizar restos humanos, estos deben ser asegurados por la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES), y se les debe realizar un análisis forense con toma de muestras genéticas para su identificación.

En redes sociales, Ceci Flores compartió un video en el que relató el impacto emocional del hallazgo y la dificultad de identificar restos si han sido calcinados, debido a la posible ausencia de material genético.