ADEMÁS DE EVALUAR que una parte del pasivo de Pemex sea absorbida como deuda soberana, el gobierno de la 4T analiza desprenderse de la carga financiera que representa la refinería de Dos Bocas.
Transferir entre 30 mil y 50 mil millones de dólares del total de 100 mil millones que arrastra, y recuperar parte de los 21 mil millones que costó la faraónica obra de Andrés Manuel López Obrador, ayudaría a reflotar a Pemex y abrirle camino.
En el primer caso, si bien la presidenta Claudia Sheinbaum rechazó categóricamente que se analice el recorrido de lo que algunos describen como un “Pemexproa”, admite que se trabaja en un esquema integral.
“No hay ningún Pemexproa, no sé de dónde sacan esa información. Jamás haríamos algo similar al Fobaproa que estuvo plagado de corrupción. No, no hay nada similar”, desmintió el 25 de junio pasado.
Pero agregó en su conferencia matutina de ese día: “Lo que estamos construyendo es una visión de largo plazo, tanto en términos financieros como en la producción de energía; este esfuerzo ya se encuentra en su fase final, y pronto será presentado…”
Tanto la Secretaría de Energía, que comanda Luz Elena González, como la Secretaría de Hacienda, que capitanea Edgar Amador, trabajan desde hace meses en esa famosa reestructura, en la que se consideran varias vías.
Una es que el gobierno absorba un buen tramo de la deuda actual, con lo cual bajaría el servicio del pago de los bonos de 12% promedio a 4 o 5%, que es lo que pagan los inversionistas por la deuda pública.
Esa opción podría complementarse con una reestructura financiera con los principales acreedores de Pemex. Por ejemplo, BlackRock, que lidera Larry Fink, tiene entre 30 y 40 mil millones de dólares de la deuda.
Y la otra vía, como también ya referimos aquí, es la construcción de una salida que permita quitarle a Pemex la onerosa carga que implican las operaciones de un vetusto sistema nacional de refinación.
Desde los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña y López Obrador, el costo anual de mantenimiento y operación de Minatitlán, Cadereyta, Madero, Salamanca, Salina Cruz y Tula se ha disparado.
Las seis le cuestan al erario unos 600 mil millones de pesos al año.
Es por eso que en la mesa está también, como parte de ese esquema integral de largo plazo, el planteamiento de ceder la operación o, de plano, vender o asociarse con privados, en algunas de ellas.
En esa iniciativa un personaje que ha estado dando sus consejos y comentarios es Carlos Slim Helú, el magnate que ha cobrado nuevos bríos, ahora en el sector energético como socio de Pemex.
No se sabe con certeza si fue él quien propuso que el gobierno de Sheinbaum realice un sale & leaseback con la nueva refinería Olmeca. Es decir, venderla y simultáneamente arrendarla.
Un privado podría pagar alrededor de 10 mil millones de dólares al gobierno, incluso operarla también, y participar de las utilidades que la petrolera dirigida por Víctor Rodríguez Padilla genere anualmente.
Con ese esquema, Pemex no sólo convertiría a la nueva refinería de Tabasco, sino a las otras seis instalaciones de activos fijos a efectivo, mejorando significativamente su flujo de caja.
Dos Bocas, para recordar, ha costado hasta ahora 21 mil millones de dólares y todavía faltan por invertirle cerca de dos mil millones más para tenerla a toda su capacidad.
En la actualidad opera a aproximadamente 34% de su capacidad real, y produce unos 114 mil barriles al día, de los que 43 mil son gasolinas y 50 mil, diésel.
INDEPENDIENTEMENTE DE LAS operaciones que el Tesoro le revisaría a la casa de bolsa Value, la intermediaria regiomontana acusa muchísimas denuncias de clientes que fueron defraudados por Carlos Bremer con movimientos que nunca autorizaron. Por lo visto era una práctica muy común del afamado financiero disponer, indebidamente, de los recursos de sus clientes para tapar hoyos que él mismo abría en otros negocios. Value se convirtió en los últimos años en un gran queso gruyere, ante la mirada complaciente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. De hecho, hay por ahí un caso que va a cobrar visos de escándalo: el baile al que se llevó Bremer al gobernador Samuel García, con dineros también de dudoso origen. Un enjuague circular entre el emecista y el financiero que murió en enero de 2024 de un infarto. Cuando García mandó llamar al director de Value y hoy único representante legal, José Kaun, para exigir su dinero, le dijeron que, si sabía contar, no contara con nada, porque en los registros de la casa de bolsa no había dinero suyo. Los famosos acuerdos, cuentas y apuntes de Bremer que solía plasmar en una libretita que siempre llevaba consigo.
AL QUE EL FinCEN ya le congeló todos sus negocios en Estados Unidos y alista una larga batalla legal en el país vecino, es Alfonso Romo Garza-Madero. El bisnieto del prominente ideólogo y líder de la revolución mexicana, expresidente de México, Francisco I. Madero, se fue del país por vía de mientras, tras la denuncia pública que hizo la Red de Control de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro estadounidense que lo acusa de lavar dinero al Cártel Sinaloa y que consecuentemente obligó a la Fiscalía General de la República, de Alejandro Gertz Madero, a abrir una carpeta de investigación a él y a toda su familia. Los Romo ya perdieron su visa para ingresar a la Unión Americana y, según trascendió, tomaron la decisión de emigrar a Europa. Larga batalla legal es la que le espera al yerno del influyente heredero de FEMSA, Alejandro Garza Lagüera.
LA NEGOCIACIÓN QUE va muy lenta, pero se mantiene, es la de Mota Engil con el yerno de Donald Trump, Jared Kushner. De ella le platiqué en febrero pasado: la intención es comprar la participación de 32.41% que el China Communications Construction Group posee en la constructora portuguesa, y que más de 50% de sus ingresos provienen de México, algunos de ellos derivados de contratos que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le asignó, como los de Tren Maya. Las pláticas las encabezan José Miguel Bejos y Luis de Videgaray, el secretario de Hacienda de Enrique Peña Nieto, y hoy brazo derecho de Kushner en la búsqueda de negocios para su fondo Affinity Partners.