Podrá decirse que es impecable el proceder de la FGR: prepararse para pedir la asistencia de las autoridades de Israel a partir de una nota de prensa que perfila al expresidente Peña Nieto como beneficiario de un soborno de la firma de aquel país que vendió a México el software Pegasus. Estamos recabando información para darle la “juridicidad necesaria” al asunto y que esa información quede dentro de un marco legal y no se vaya al vacío, explicó ayer el fiscal Gertz. Muy bien, es comprensible en una política que persigue la corrupción. No cuadra, sin embargo, el punto de partida, que una nota vaga haya motivado esta pronta respuesta de la Fiscalía mexicana. Pregunto como periodista, ¿esa nota es más verosímil, creíble y confiable que, por ejemplo, los reportajes con documentos y audios sobre la supuesta injerencia de dos hijos de López Obrador en el otorgamiento de licitaciones durante el gobierno de su padre? Mi respuesta, como periodista, es, desde luego, que no, lo que mueve a una segunda pregunta: ¿por qué en esos casos la FGR no salió rápidamente a anunciar que estaba recabando información para darle la “juridicidad necesaria” a las notas a fin de que no se fueran al vacío? No hizo entonces lo que anuncia que hará hoy.

Ciro Gómez Leyva

Ciro Gómez Leyva es periodista y escritor, reconocido con premios como el Rodolfo Walsh y el Nacional de Locución. Conduce Ciro por la Mañana en Radio Fórmula y es autor de la columna 365 días, consolidándose como una de las voces más influyentes del periodismo mexicano.

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