Menores de edad que representan al Estado de México en la Olimpiada Nacional fueron citados por la Secretaría de Educación local para recibir apoyos económicos, pero en realidad solo les entregaron cheques que debían firmar y devolver de inmediato a las autoridades.

Una investigación de la revista Proceso reveló que los niños recibían dos cheques: uno supuestamente para viáticos y otro para uniformes. Pero ambos eran endosados al momento: uno se regresaba a funcionarios del gobierno estatal y el otro quedaba en manos de la Asociación Estatal de Taekwondo. Todo esto, bajo el argumento de que se trataba de un trámite de transparencia.

Los padres de familia debían firmar documentos para autorizar esta “cesión” de los cheques, aunque no estuvieran de acuerdo, y el proceso se repetía para cada etapa de competencia. Las reglas oficiales del programa deportivo no contemplan este tipo de manejo de recursos, ni permiten que asociaciones reciban el dinero destinado a los atletas.

La práctica comenzó tras la llegada al poder de la gobernadora Delfina Gómez, y según testimonios, fue impuesta sin posibilidad de cambios. Proceso solicitó entrevistas a los secretarios de Educación y Finanzas del Edomex, pero no obtuvo respuesta.

Además, el reportaje denuncia otras irregularidades como el uso de una agencia de viajes señalada por cobrar boletos con sobreprecios en otro programa educativo, y la organización de un torneo estatal con cobros excesivos y fallas logísticas que afectaron a miles de menores.