No quedan más que recuerdos de Gerardo Fernández Noroña en sus tiempos de férreo opositor. El de las prolongadas huelgas de hambre, el que confrontaba granaderos y desafiaba presidentes. Hoy no es más que un vulgar censor al servicio del poder.
Presidió ayer la sesión de la Comisión Permanente. Interrumpió a cinco oradores de la oposición apenas comenzaron a hablar del caso Bermúdez, el prófugo exsecretario de Seguridad de Tabasco que, simultáneamente, era líder del violento grupo criminal La Barredora.
Justificó su política del bozal con el muy gastado argumento de que el tema era la situación migratoria de mexicanos en Estados Unidos y la violación de derechos humanos en la prisión de Alcatraz de los Caimanes, y no lo que ocurre en Tabasco.
En su escaño estaba muy atento el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Adán Augusto López. Cada que escuchaba “Tabasco” levantaba la cabeza y ponía atención.
El caso de Bermúdez lo salpica. Él nombró a Hernán secretario de Seguridad en sus tiempos de gobernador de Tabasco (2019-2021).
Antes de entrar en el debate sobre los migrantes, la senadora panista Mayuli Latifa Martínez pidió a Fernández Noroña incorporar a la agenda política el tema de seguridad pública.
La opositora argumentó que la creciente evidencia de vínculos de servidores públicos con la delincuencia organizada ha sido tema en la vida pública del país.
“Ya se acordó —por la mayoría oficialista— que el tema fuera el que ya anuncié”, rechazó Fernández.
La primera que se refirió al caso Bermúdez fue Margarita Zavala. Luego de unirse a la denuncia por la prisión de Alcatraz de los caimanes, la diputada del PAN alcanzó a decir:
“Tabasco hoy está entregado al crimen organizado por la claudicación del Estado mexicano de enfrentar a los delincuentes… A Tabasco, hoy, como a casi todo el país, lo alcanzó el destino de esta política de abrazos y no balazos”.
Inmediatamente brincó Fernández Noroña. “Se terminó su tiempo de intervención”, le dijo.
Siguió otra panista, Diana Estefanía Gutiérrez. También reprobó los abusos contra los migrantes en Estados Unidos. “Es claro que nos duele”, subrayó.
La interrupción desde la mesa vino cuando dijo: “Si hablamos de abusos, empecemos con los que se cometen aquí en casa. En Tabasco no sólo se toleraron los vínculos del crimen con la policía. Se institucionalizaron, se lideraron desde dentro”. Fernández volvió a interrumpir: “No meta la agenda política por la puerta trasera. Está a discusión el tema de la persecución de los migrantes”.
El emecista Pablo Vázquez prolongó el esquema de las panistas. Primero la crítica a Alcatraz de los caimanes y luego Tabasco:
“Donde también hay muchos caimanes es en el estado de Tabasco… Se trata de una entidad federativa donde operó una célula de la delincuencia organizada y cuyo líder fue designado secretario de Seguridad Pública de esa entidad. Este caso debe llamarnos a reflexión, porque revela una descomposición nacional”.
Otra vez Fernández Noroña: “El tema no es la seguridad de Tabasco, sino la cárcel infamante de Alcatraz de los caimanes y la persecución a nuestros hermanos y hermanas…”.
Mayuli Latifa Martínez volvió a intervenir. Sin vericuetos, se fue al tema Tabasco. El presidente de la Mesa Directiva la volvió a cortar. “El artículo 48, numeral 3 de las reglas básicas, dice que la moción de apego al tema… bla, bla, bla”.
Esta vez la panista lo atajó: “¿Ya vieron? No quieren que hablemos de temas que le interesan también a México…
“¿Qué pasaría si hoy ustedes fueran la oposición? Estarían con sus megáfonos hablando de ese tema. ¿Por qué nos quieren callar?”, preguntó.
Al último que interrumpió fue al también panista José Mario Íñiguez, quien hizo una pregunta que él mismo respondió: “¿Cómo se dice cómplice de corrupción sin decir cómplice de corrupción? Es fácil: gobierno de Morena”.
Casi lo olvidaba. En la parte final del debate sobre la agenda política, el diputado de Morena Leonel Godoy metió “por la puerta de atrás” el doloroso tema del genocidio en Palestina.
La congruencia de Fernández Noroña se hizo añicos. No sólo lo dejó hablar, sino que él también comentó los dolorosos sucesos en Gaza.
* Las cosas no se ven bien para los implicados en el caso Tabasco. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, dio a conocer que elementos de la Marina, la Sedena, la FGR y la SSPC detuvieron en Jalisco al expolicía federal Ulises Pinto, uno de los líderes de La Barredora.
“Este sujeto —escribió Harfuch— cuenta con orden de aprehensión por asociación delictuosa y se le relaciona con extorsiones, secuestro, trasiego de droga, robo de combustible; además de pactar una alianza con otro grupo criminal.
“Esta detención tendrá un impacto en la disminución de la violencia en la región”, vaticinó.
Hay reportes que vinculan a Ulises Pinto con Hernán Bermúdez cuando éste ocupaba la Secretaría de Seguridad de Tabasco.