La muerte de Amado Carrillo Fuentes, alias “El Señor de los Cielos”, sigue envuelta en misterio a casi tres décadas de su presunto fallecimiento. Un amigo cercano al capo, identificado como Sósimo, reavivó las dudas al asegurar que el cadáver que vio en el velorio no coincidía físicamente con el verdadero Carrillo.
En un video publicado en diciembre de 2023 por el canal de YouTube Margarito Music Oficial, Sósimo narró detalles inéditos sobre la vida del capo y aseguró que incluso él mismo duda de que haya muerto tras la cirugía plástica que presuntamente le provocó la muerte el 4 de julio de 1997 en el Hospital Santa Mónica, en la Ciudad de México.
“El señor Amado era blanco, y el que vimos en el ataúd era moreno. Además, tenía un mechón blanco y una cicatriz en la mano que ese cuerpo no tenía”, aseguró el veterano sinaloense, quien convivió con Carrillo desde los 12 hasta los 22 años en el poblado de Revolcadero, en Badiraguato, Sinaloa.
El cuerpo presentado en el funeral conservaba el bigote intacto, algo que tampoco le hizo sentido a Sósimo, ya que, según él, debió haber sido rasurado por la cirugía facial que buscaba cambiarle el rostro.
Amado Carrillo fue incinerado el 10 de julio de 1997 bajo un fuerte operativo policiaco y militar. El traslado de los restos desde la Ciudad de México hasta el municipio de Navolato, Sinaloa, se realizó de forma discreta y el cortejo evitó la entrada principal del panteón para esquivar a la prensa. El cuerpo fue incinerado en la funeraria municipal de Navolato, donde reporteros fueron amenazados para impedir que captaran imágenes del cadáver.
Sósimo también relató que trabajó junto al capo en labores de logística, pero sin involucrarse en actos violentos. Fue encarcelado durante dos años en Morelia, Michoacán, por delitos relacionados con el narcotráfico, y afirmó que Amado Carrillo tenía planeado llevárselo a Guatemala tras su liberación.
Durante su juventud, el capo vivió en Revolcadero, donde, según Sósimo, se casó por primera vez con Candelaria Leyva Cárdenas y más tarde sostuvo múltiples relaciones. El poblado, ahora semidesierto, fue testigo de los inicios de quien sería uno de los líderes del narcotráfico más buscados por la DEA.