Los acordeones sí fueron un abuso y una trampa, sí violaron el principio de equidad y corrompieron la naturaleza de la elección, sí determinaron el triunfo de muchos ganadores. En eso coincidieron ayer, en distinto grado, los consejeros del INE.

A la hora de votar, sin embargo, validaron el abuso, la trampa, la violación y la corrupción. Para la historia quedará la frase de la presidenta Guadalupe Taddei en la sesión: “La ilegalidad encontrada o manifiesta en nuestras voces no debe llevar a este Instituto a intentar salir adelante con otra ilegalidad”.

Es decir, frente a la masacre al proceso y la limpieza en la competencia, sólo les quedó imponer pequeñas multas y avalar con actitud presuntamente ofendida el negociazo de quienes, desde el oficialismo, promovieron, patrocinaron y compraron candidatos a la vista de todos.

El INE no tuvo la grandeza para estorbar la consumación del, quizá, más sucio operativo electoral en la historia de México, detrás del cual, se dijo ayer también, estuvieron gobiernos, partidos y el crimen organizado. Al final, todo se terminó aprobando. ¿Cómo se podrá volver a tener confianza en el INE de los acordeones? Así haya sido por apretada mayoría, el INE bendijo el crimen perfecto contra la democracia electoral. Ganó la trampa. Adiós, INE, adiós. No acertaron en el momento en que era crucial acertar.

Ciro Gómez Leyva

Ciro Gómez Leyva es periodista y escritor, reconocido con premios como el Rodolfo Walsh y el Nacional de Locución. Conduce Ciro por la Mañana en Radio Fórmula y es autor de la columna 365 días, consolidándose como una de las voces más influyentes del periodismo mexicano.

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