SE UTILIZARON bombarderos fantasma B-2 Spirit para atacar con las “Rompe Búnkers”, se dispararon misiles Tomahawk desde un barco en el Golfo Pérsico, Donald Trump rompió su promesa de sacar a EU de todos los conflictos armados, se inició ilegalmente una guerra sin aprobación del Capitolio… ¿y todo para qué? Para que al final nadie sepa dónde está el uranio enriquecido de Irán.

AL ESTILO de la 4T con sus grandes reformas, en el operativo militar norteamericano son evidentes los daños, pero no están nada claros los resultados. Ni el Pentágono ni los servicios de inteligencia de Israel tienen certeza sobre el material nuclear iraní. Y si el Mossad no sabe algo, seguramente no existe.

UNA DE LAS VERSIONES es que el régimen de Teherán habría evacuado el peligroso material antes de los bombardeos, pues son pequeños contenedores que caben en las cajuelas de un puñado de autos. Ahora resulta que transportar uranio enriquecido es como llevar la ropa a lavar.

ASÍ QUE una de dos: el ayatola Khamenei aplicó la de “me cambio de casa antes de que llegue el SAT”… o los bombardeos de Trump fueron puros fuegos pirotécnicos, pero él insiste en que fue un éxito porque, obviamente, tiene otros datos.

MIENTRAS el mundo sigue con preocupación la línea ascendente de los misiles y del precio del petróleo, en México se siguen librando batallas menos vistosas, pero igual de dolorosas.

RESULTA QUE el gobierno de Claudia Sheinbaum aplicó a los colectivos de madres buscadoras de desaparecidos la fórmula: “los veo, los oigo, pero no les hago caso”. En la reforma que presentará esta semana sobre esta crisis, se dejaron fuera propuestas de los grupos civiles y, para colmo, se hicieron modificaciones a la iniciativa acordada, sin siquiera avisarles.

CON TODO Y QUE el documento afirma que las modificaciones fueron producto del diálogo con los colectivos, estos mismos grupos dieron a conocer el nuevo maltrato por parte de Rosa Icela Rodríguez, la secretaria de Gobernación.

SI QUIERE hacer una buena obra, abrace a su ingeniero de la CFE más cercano, porque este año se va a quedar sin ir al electro fest, perdón, a la convención RVP que cada julio convoca (o convocaba) a la gran mayoría de los directivos de la empresa eléctrica, a proveedores y a todo aquel involucrado en el sector.

POR ALGUNA extraña razón, la actual directora de la CFE, Emilia Esther Calleja, no ha autorizado la participación de los trabajadores bajo su mando. El encuentro servía, entre otras cosas, para actualizar al personal en lo que se refiere a equipo para todos los procesos: generación, transmisión y distribución.

PERO AL PARECER eso ya no resulta relevante para la nueva CFE, lo cual está provocando la cancelación de empresas que ya habían invertido en sus stands. Es decir, la quinceañera no irá a su propia fiesta.

Templo Mayor

La columna Templo Mayor es una sección de opinión publicada en el periódico Reforma. Firmada bajo el seudónimo F. Bartolomé, ofrece comentarios y análisis sobre la política y la actualidad nacional.

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