LA POLÍTICA ARANCELARIA de Donald Trump provocó que la industria automotriz metiera el freno de mano.
Asimismo, que la inversión extranjera en México caiga en un bache y la producción de autos en Europa esté en modo de “avance y freno”, mientras que Asia, sin claridad en el destino final hacia Norteamérica.
Volkswagen, Mercedes Benz y BMW están desesperados con el gobierno alemán que encabeza Friedrich Merz y los organismos empresariales de ese país que los representan se están yendo por la libre.
Pretenden cabildear directamente con el gobierno de Trump y el Congreso de Estados Unidos la reducción de aranceles en la industria automotriz, así como los del acero y aluminio.
Y es que las tres principales armadoras teutonas se están quedando fuera del mercado, y ese desplazamiento comercial por la guerra arancelaria está metiendo mucha presión a la economía de Alemania.
Volkswagen, que preside Oliver Blume, es la más afectada; en las recientes semanas las exportaciones desde su planta de Puebla de la filial dirigida por Holger Nestler han caído drásticamente: 32.4 por ciento.
Los aranceles también afectarán a las industrias automotrices de China, Japón y Corea del Sur: el arancel de 25% sobre automóviles reducirá la producción automotriz en Japón y Corea del Sur.
Se estima que en esos dos países que gobiernan Shigeru Ishiba y Lee Jae-myung, respectivamente, los impuestos de Trump impactarán la producción de automóviles en alrededor de 7 por ciento.
Cabe resaltar que ambas naciones asiáticas son los segundos exportadores de vehículos a Estados Unidos, después de México, con modelos de Nissan, Honda, Toyota, Kia y Hyundai.
China, el mayor mercado de automóviles del mundo, pese a tener una balanza comercial positiva con Estados Unidos, podría sufrir otras afectaciones graves, como las exportaciones en el sector tecnológico.
Los chinos están más interesados en que Donald Trump mantenga el libre comercio, porque tienen una capacidad productiva instalada de escala mundial, mientras que Estados Unidos busca recuperar la producción manufacturera.
El único país que parece salir bien librado es el Reino Unido, gobernado por Keir Starmer, que firmó un acuerdo comercial con la Casa Blanca para reducir los aranceles sobre los bienes de ambos países.
El gobierno estadounidense se comprometió a aceptar una cuota anual de 100 mil vehículos fabricados en el territorio inglés, sujetos a un arancel de sólo 10%, en lugar de 25% que se aplica al resto del mundo.
Así la situación en la industria automotriz global de cara al próximo 9 de julio, cuando entren en vigor los aranceles de Trump.
Alemania, Japón, Corea del Sur y, por supuesto, México no tienen claro los pasos del magnate de Mar-a-lago y tendrán que decidir si los aceptan o los rechazan.
LA INSTRUCCIÓN YA está dada porque el contrato se firmó, pero hasta ahora nadie se ha movido: la Secretaría de Energía, que comanda Luz Elena González, dejará en los próximos días sus dos sedes históricas, la de Patriotismo esquina con Tintoreto, y la de Insurgentes 890, ocupado desde 1996, cuando el titular era Jesús Reyes Heroles.
El primero, que se arrienda a Jorge y Mauricio Abdel de aproximadamente ocho mil metros cuadrados, y el segundo, de Víctor Achar de otros 12 mil metros, darán paso a un nuevo domicilio: Insurgentes 20, el edificio de 30 niveles que está en el corazón de la Zona Rosa y que hace año y medio dejó la Fiscalía General de la República.
El inmueble pertenece al matrimonio Sholem y Raquel Cimet, un espacio que parece sobrado para las necesidades de esa secretaría, y no se diga la renta que se pagará por metro cuadrado. Alejandro Gertz Manero estuvo rentando 495 pesos el metro más un mantenimiento de 49 pesos, o sea, 544 pesos, lo que rebasa el actual tope autorizado para inmuebles federales. La nueva sede de la Glorieta del Metro Insurgentes tiene una capacidad cercana a 28 mil 671 metros cuadrados por los que se pagarían una renta de hasta 15 millones 597 mil pesos al mes, contra seis millones 800 mil pesos que se calcula se venía arrendando mensualmente en las actuales oficinas.
PUES CON LA novedad de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ya tiene ganador para la presa El Tunal II, en Durango, obra que costará unos cuatro mil 500 millones de pesos. Y es que sólo así se entiende que los pupilos de Efraín Morales hayan dado apenas 14 días para que los interesados presenten ofertas técnicas y económicas para un desarrollo que en cualquier otra parte del mundo necesita, mínimo, mes y medio.
El organismo publicó la licitación el 12 de junio y recibirá propuestas el próximo día 26. El proceso es una simulación, porque se observa de antemano que la Conagua ya tiene ganador. El sello de la casa es adjudicar obras de infraestructura a un precio y terminar pagando el doble. Cosa de recordar el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles. Algunos interesados son Cemex de Fernando González, ICA de Guadalupe Phillips, Omega de Jorge Melgarejo, Garza Ponce de José María Garza, La Península de Carlos Hank Rhon, Recsa de Humberto Armenta y Holcim México que preside Christian Dedeu, entre otras 12 constructoras.
UN ESCÁNDALO EN España podría empañar los proyectos de infraestructura de Acciona, que lleva aquí Sergio Ramírez Lomelín. Se trata del caso “Koldo”, una investigación por corrupción en la adjudicación de contratos públicos. Miembros del partido PSOE, el secretario de Organización y el ministro de Transporte de Pedro Sánchez y su asesor más cercano, habrían favorecido a la compañía a cambio de sobornos por más de 600 mil euros. Los contratos de Acciona superan los 500 millones de euros en el caso de tres obras ferroviarias en España.
Hace unos días, la firma que preside José Manuel Entrecanales despidió a su director de construcción y se mantiene bajo investigación de la Guardia Civil, de cara a su Junta de Accionistas el 26 de junio. México es uno de sus mercados clave. Recién se interesaron en los 10 proyectos de trenes del gobierno de Claudia Sheinbaum. También mantiene inversiones en parques eólicos y fotovoltaicos en Oaxaca y Baja California. En abril puso en venta los de El Cortijo y Santa Cruz, en Tamaulipas. En el sexenio pasado se asoció con Germán Larrea para desarrollar el Tramo 5 del Tren Maya.