El choque político y constitucional entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el gobernador de California, Gavin Newsom, se elevó ayer de nivel y abrió ya un enfrentamiento legal entre el demócrata californiano y el inquilino de la Casa Blanca. Todo a raíz de la crisis de los migrantes latinos y mexicanos que se sublevaron ante las redadas antiinmigrantes de ICE en la ciudad de Los Ángeles y desestabilizaron a la segunda ciudad estadounidense.
En lo que parece ser la primera gran división generada por las políticas federales de Trump, el gobernador de California anunció que ha demandado al presidente de Estados Unidos ante la Corte Suprema por invadir sus facultades y enviar tropas federales cuando la situación la podía controlar la Policía de Los Ángeles. Esto como reacción a la confirmación ayer desde la Casa Blanca de que se habían enviado 2,100 soldados de la Guardia Nacional y a esos se sumarán 700 marines que se encargarán de proteger las amenazas contra edificios e instalaciones federales.
Newson acusa en X —la red social de Elon Musk— a Donald Trump de actuar como un “presidente dictatorial” al ordenar el envío de tropas federales sin consultarlo a él como gobernador y sin que se le solicitara a Washington ningún tipo de ayuda. Trump le responde en su red social que “fue una buena decisión enviar a la Guardia Nacional” porque “ante la incompetencia del gobernador Newson, Los Ángeles habría sido arrasada”.
Al final, hasta ese nivel escaló la rebelión mexicano-latina de migrantes que logró desestabilizar a la segunda ciudad estadounidense. La decisión de California de declararse “estado santuario” para la protección de los migrantes y no colaborar con las redadas antiinmigrantes del ICE, fue desafiada por Trump al enviar los operativos de cacería de migrantes indocumentados, a cargo de Tom Honan, quien fue el primero en amenazar al gobernador Newson con arrestarlo por oponerse y no colaborar con el presidente de Estados Unidos.
La respuesta de Newsom, por la vía constitucional del sistema estadounidense, abre una primera grieta en la Unión Americana, porque lleva el pleito más allá de las declaraciones y acusaciones mutuas en las redes sociales en las que se habían mantenido el presidente y el gobernador del estado más grande territorialmente, el más poblado de los Estados Unidos con 39.5 millones de habitantes, y es la tercera economía más grande con un PIB de 3.9 billones de dólares.
Y mientras Trump aplica su autoridad presidencial e impone sus políticas federales, Newson tomó partido por la soberanía de su estado y decidió defender a todos los habitantes de su estado —migrantes de muchos países, pero principalmente de origen mexicano— como parte de la riqueza y la productividad de su estado.
La confrontación entre la Casa Blanca y el estado de California es para la democracia y la solidez de la Unión Americana, lo que la guerra arancelaria con el resto del mundo fue para la economía estadounidense, los mercados bursátiles y la economía mundial. Es el primer gran efecto político de la administración Trump y sus políticas racistas y antiinmigrantes, y el primer aviso de lo que podría ser una fractura para Estados Unidos de América.
Y en medio de ese choque que cimbra al país vecino, aparece México como el país de origen de los migrantes sublevados que, para algunos de manera “tonta” y para otros de manera “sospechosa”, aparecieron ondeando enormes banderas mexicanas en situaciones de fuerte violencia durante los disturbios desatados en Los Ángeles durante el pasado fin de semana.
Las primeras reacciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, condenando las protestas violentas, pero reivindicando a los migrantes mexicanos como “gente honesta, trabajadora” a los que su gobierno defiende, contrastaron con aquella declaración de la mandataria mexicana que el pasado 27 de mayo advirtió que para rechazar los impuestos a las remesas de mexicanos “si es necesario nos movilizaremos”, que le fue recordada en las redes sociales.
A la defensa de la presidenta se sumó el embajador de Estados Unidos en México, Ronald Jonhson, que en sus cuentas oficiales rechazó que “los manifestantes violentos en Los Ángeles no representan al pueblo mexicano digno y trabajador que conocemos y respetamos. Nuestras acciones protegen a todas las comunidades y refuerzan el estado de Derecho, México es nuestro socio y nuestras naciones están profundamente unidas”, escribió el diplomático estadounidense.
Por ahora México sólo exige que se les dé un trato digno a los migrantes que están siendo detenidos y rechaza la aplicación de redadas que violentan los derechos humanos de los mexicanos migrantes, aunque más allá de las posiciones oficiales del gobierno, empiezan a circular en las redes sociales versiones y rumores sobre la intervención de grupos radicales o criminales de Venezuela, Cuba a los que vinculan al partido gobernante en México.
Veremos cómo evoluciona la crisis estadounidense y qué tanto se logra recuperar el control y la estabilidad de Los Ángeles, y qué es lo que sigue aflorando en esta crisis de la que el gobernador Newsom acusa al presidente Trump de crearla para mandar el envío de tropas federales y aplicar sus “medidas dictatoriales”. Y también habrá que ver cómo todo esto afecta la, ya de por sí tensa, relación entre México y Estados Unidos, y entre el presidente Trump y el gobierno de la doctora Sheinbaum.
NOTAS INDISCRETAS… El futuro presidente de la nueva Suprema Corte, Hugo Aguilar Ortíz, ya demostró, de inicio, que si bien no tiene carrera judicial, lo mediático y lo político no se le complica y en sus primeros mensajes en entrevistas y redes sociales, el abogado mixteco que encabezará el máximo tribunal constitucional del país ha dejado ver su experiencia y carisma para “agradecer a los votantes” y reafirmar su imagen justo cuando surgen en las redes digitales los primeros debates y análisis sobre su origen indígena y su llegada a la Corte. A la par aparecen fotos del abogado Aguilar Ortiz con el subcomandante Marcos, algo que se sabía porque en su propio currículo el ministro presidente electo menciona su papel como “asesor legal y jurídico del EZLN en la redacción de las reformas constitucionales indígenas”, pero que para muchos confirma que el defensor de derechos de pueblos originarios no es ajeno a los movimientos de la izquierda radical del país. En fin que sobre ambas cosas hay dudas razonables: ¿cómo funcionará la nueva Corte integrada en su totalidad por morenistas o juristas afines a la 4T? y la otra es ¿cómo será la presidencia de Hugo Aguilar que ya de inicio anunció que no respetará los protocolos del Poder Judicial y del tribunal supremo que él presidirá y se negará a portar la toga que distingue a los ministros?…. Los dados mandaron Doble Serpiente. Descenso obligado.