La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y el jefe de la Policía, Michel R. Moore, anunciaron la imposición de un toque de queda en el centro de la ciudad tras varios días de protestas y enfrentamientos que culminaron en el saqueo de al menos 23 negocios.
La restricción estará vigente diariamente de las 20:00 a las 6:00 horas y abarcará una zona de 2.59 kilómetros cuadrados, donde se han concentrado las movilizaciones desde el pasado viernes.
“Llegamos a un punto de inflexión después de que 23 negocios fueran saqueados”, explicó Bass en conferencia de prensa, al justificar la medida como una forma de “detener el vandalismo, detener el saqueo”.
La decisión fue tomada luego de que los disturbios se intensificaran en áreas céntricas, provocando importantes daños materiales.