Julián Mazoy, periodista de SDPNoticias, entrevistó a Hugo Aguilar Ortiz, próximo ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Antes de comentar la entrevista cito lo que se dijo de Aguilar Ortiz, en este espacio, el pasado 12 de mayo:
- Aspirante indígena, no solo como eslogan sino en toda su trayectoria.
- Coordinador de Derechos Indígenas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.
- Licenciado por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
- Maestría en derecho constitucional por la misma institución.
- Subsecretario de Derechos Indígenas del gobierno de Oaxaca.
- Consultor de la oficina en México del alto comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos, en el tema de tierra, territorio y recursos naturales de los pueblos indígenas.
- Participante en el proyecto de investigación Gobernar la diversidad con el tema del reconocimiento del sistema electoral en municipios indígenas.
- Participante y ponente en el Congreso de Naciones y Nacionalidades Indígenas de Estados Unidos, en Santa Fe, Nuevo México.
- Participante en la 51 sesión de la subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección de las minorías en Ginebra Suiza, con una ponencia sobre los derechos territoriales de los pueblos.
- Capacitador en derechos indígenas.
- Integrante del equipo de coordinación y asesor de la Academia de Derechos Indios de la Asamblea Mixe.
- Miembro de la asociación civil Servicios del Pueblo Mixe en su área jurídica.
Sin lugar a dudas, Hugo Aguilar Ortiz será, después de Benito Juárez, el primer ministro presidente indígena de la SCJN
Reproduzco enseguida la parte de la entrevista con Mazoy en la que Aguilar Ortiz habló de la toga, que es la vestimenta de origen romano que utilizan como traje de ceremonia o de etiqueta personas juzgadoras y gente que se gradúa en todo tipo de escuelas.
Julián Mazoy, de SDPNoticias: “Última pregunta, ¿ya fuiste al Palacio de Hierro a comprarte tu toga? ¿Ya estas listo? ¿O cómo vas a despachar desde el pleno de la Corte?
Hugo Aguilar Ortiz, ministro presidente indígena: “Esa es una muy interesante pregunta Julián. La verdad es que es una cosa que yo recibí de manera reiterada en los pueblos: que yo no me convierta en un funcionario tradicional. Porque ya hemos tenido casos en donde personas indígenas ocupan algún escaño, ocupan algún espacio de poder y se pierden, se olvidan de sus bases.
“Yo estoy planteando que no voy a usar toga, voy a revisar la legislación, la normatividad interna. Esto no quiere decir pierda la solemnidad que debe tener el cargo, que pierda la importancia, la trascendencia, pero yo voy a proponer a los que lleguemos a integrar la Suprema Corte que en lo personal, yo no voy a usar toga”.
“Voy a marcar esta diferencia, que en la Corte está un indígena, y vamos a llevar los trajes de gala de los pueblos y comunidades indígenas, esa es la propuesta que yo voy a hacer”.
“Como te digo, voy a revisar la normatividad específica que regula las sesiones de la Corte y si hay esta posibilidad.., y si no. impulsaremos las reformas que correspondan”.
“Vamos a darle esta nueva imagen, esta nueva idea de una integración pluricultural a la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.
García Márquez en Guayabera en la ceremonia solemne del Premio Nobel
Cito un texto del Centro Gabo publicado el 15 de noviembre de 2022:
- “Es bastante conocida la decisión de Gabriel García Márquez de recibir el Premio Nobel de Literatura en liqui liqui (un atuendo formal latinoamericano, especialmente del Caribe, bastante parecido a la guayabera) y no en frac, como lo indica el protocolo de la Academia Sueca”.
- “Para el escritor colombiano, la ceremonia de un galardón tan prestigioso era una oportunidad perfecta para realizar un acto político a favor de América Latina y demostrar, como en sus novelas, su arraigo cultural al continente”.
- “Lo primero lo lograría de forma contundente con su discurso ‘La soledad de América Latina’. Para cumplir lo segundo se propuso rechazar el frac y adoptar un atuendo que tuviera una carga simbólica más significativa”.
- “… ‘Nosotros culturalmente no tenemos nada que ver con el frac. Entonces dije que iba de guayabera o de liqui liqui, que yo supongo es del mismo origen”, contó durante una entrevista a Radio Habana Cuba a principios de 1983”.
- “Antes, en octubre de 1982, García Márquez le había confesado al periodista Abraham Zabludovsky durante el noticiario 24 horas de Televisa que su determinación en este asunto era tan fuerte que no le importaban las temperaturas glaciales de la capital sueca. ‘El traje obligatorio es el frac, pero en la Academia Sueca aceptan que los hindúes vayan con su traje nacional. Yo estoy dispuesto a demostrar que la guayabera es el traje nacional del Caribe y que tengo el derecho de ir vestido así. Con tal de no ponerme frac, soy capaz de aguantar el frío’, afirmó“.
- “De modo que el 10 de diciembre de 1982, García Márquez recibió el Premio Nobel vestido con un liqui liqui blanco”.
- Después, “a pesar de todas las razones con las que García Márquez justificó su hostilidad contra la levita, los pantalones negros, el chaleco y la pajarita, el narrador colombiano sí usó el frac ese año en Estocolmo. Aquello ocurrió al día siguiente de la ceremonia de recepción del premio, el 11 de diciembre de 1982, durante una cena que tuvo con el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia y su esposa, la reina Silvia”.
La historia de la guayabera de García Márquez inspirará al ministro presidente indígena de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien, cuando lo justifique la ocasión, podrá cambiar los trajes de gala de los pueblos y comunidades indígenas por el saco y la corbata que parece ser el uniforme de los políticos en todo el mundo. Saco y corbata, que conste: toga no. Porque la toga, por romano que sea su origen, es una prenda simple y sencillamente espantosa.
Por el adiós a la toga, por la presidencia indígena en la SCJN, por los votos de millones de mexicanos y mexicanas —sinceramente no entiendo la necedad de descalificar un proceso electoral exitoso, a pesar de tantas dificultades—, ni duda cabe de que será histórico, en el mejor sentido de la palabra, el nuevo poder judicial, el nacido antes del primer año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.