El escándalo de las acusaciones de lavado de dinero de los cárteles de la droga que el Tesoro de Estados Unidos le hizo a CIBanco, Intercam y Vector ha dominado los espacios en medios y redes sociales durante los últimos días.
El caso más comentado es el de Vector Casa de Bolsa, que habría lavado dinero para el Cártel de Sinaloa. Su dueño es nada menos que el empresario Alfonso Romo, exjefe de la oficina de la Presidencia durante el mandato de López Obrador y hombre de confianza del tabasqueño.
Vector negó las acusaciones, la presidenta Sheinbaum sostiene que no hay pruebas, pero la Junta de Gobierno de la CNBV decretó la intervención gerencial temporal de esa casa de bolsa “con el propósito de proteger los intereses del público inversionista y acreedores”, dice en un comunicado.
En redes sociales y en medios de comunicación se desataron las especulaciones sobre el caso que, otra vez, detonó EU.
¿Sabía el expresidente lo de Vector? Es pregunta frecuente que se responde según la posición política de los emisores del mensaje. Muchos no esperaron respuesta. Apresuradamente hicieron a López Obrador beneficiario del lavado de dinero de la empresa de Romo.
Otra pregunta pertinente es la que se hace el excanciller Jorge Castañeda, en la revista Nexos: ¿Washington sabía con claridad con quién se metía y cuáles son las implicaciones correspondientes? Lo haya sabido o no, “el golpe a Romo es demoledor y, por asociación, también para López Obrador”, subraya.
En la tribuna de San Lázaro, el diputado del PAN, Héctor Saúl Téllez, retó a los legisladores del oficialismo a demandar inmediatamente una investigación exhaustiva a Vector y a su dueño Romo, quien, dijo, “era el jefe de la oficina del ‘narco presidente’ López Obrador”.
Abundó el panista: “Hoy se confirma, con la información que da el Departamento del Tesoro, que desde esa empresa se hacía narcolavado del dinero del crimen organizado. Hoy sabemos cómo se financian las campañas de Morena, hoy sabemos que está ahí el dinero de sus socios: los narcos de México”, aseguró.
* Manlio Fabio Beltrones pidió licencia temporal como senador de la República. No va a avalar, nos dice, la “grosería” del oficialismo, que convocó a un periodo extraordinario de sesiones sin dictámenes, lo que nunca había sucedido.
El senador por Sonora no entiende por qué los grupos parlamentarios de la oposición no se salen en bloque del salón de sesiones y dejan solos a los legisladores de Morena y anexas (PT y PVEM). Su experiencia política le dice que eso le haría más daño al oficialismo que pelearse en tribuna con la mayoría, en el curso de las sesiones en ambas cámaras.
En el periodo extraordinario que se lleva a cabo en el Congreso –del 23 de junio al 2 de julio— se agendaron 16 reformas. Además de Manlio, pidieron licencia Carolina Viggiano, del PRI; Mauricio Vila, del PAN, y Luis Armando Melgar, del PVEM. Entre las reformas que se ven en el extraordinario están la que militariza la GN, la Ley Telecom o Ley Censura, la Ley de Desaparición Forzada, la Ley de Inteligencia o Ley Espía, la reforma que extingue el Coneval y la Ley de Lavado de Dinero.
Sobre esta última, la senadora del PRI, Claudia Anaya asegura que es el inicio de una persecución contra la informalidad, no contra el lavado de dinero. Argumenta: “Es una persecución contra los depósitos a tarjetas de crédito, a tarjetas de prepago y a recibos por honorarios. Eso ya estaba en la ley, pero están bajando a un tercio el monto por el que se te considera sospechoso.
“Si tú depositas 90 mil pesos en efectivo a tu tarjeta de crédito y eres una sociedad mercantil que no tiene actualizados los padrones de proveedores, eres sospechoso de lavado de dinero”.
* Hay otra reforma de la Presidenta que inquieta a la oposición. No figura en la agenda del periodo extraordinario, pero ya fue anunciada por Sheinbaum en la mañanera: la electoral.
Propone la elección de los consejeros del INE, la eliminación de diputados y senadores plurinominales, la reducción del financiamiento a la autoridad electoral y a los partidos políticos.
Del tema hablamos con el diputado Germán Martínez, exjefe nacional del PAN. Nos dice: “Yo quiero ver la reforma electoral que le quita dinero al INE, que le quita dinero a los partidos. El PAN sabe sortear coches, como antes, y Morena sabe cómo meterle mano a la caja de la hacienda pública, como antes. Quiero ver que el PT y Verde voten por quitar a los legisladores plurinominales. Quiero ver si es cierto que las habladurías de la mañanera se concretan como ley, porque tiene una rebelión en su granja parlamentaria la Presidenta”.
Amén.