Una maleta con un millón de dólares, municiones de uso exclusivo del Ejército y un presunto ajuste de cuentas del crimen organizado figuran entre los elementos que rodean el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz Vega, colaboradores de Clara Brugada, ocurrido en mayo pasado, según reveló la periodista Anabel Hernández en su podcast Narcosistema.
En el episodio 48, la autora aseguró haber tenido acceso directo a la carpeta de investigación del caso, donde se detalla que en la escena se recuperaron siete casquillos calibre 9 mm, tres de los cuales correspondían a cartuchos fabricados por la Sedena, identificados con el registro “FC9 mmp”. Este tipo de munición es de uso exclusivo del Ejército y la Fuerza Aérea. Los otros cuatro casquillos eran de la marca Águila, también clasificados como material exclusivo de fuerzas armadas.
Otro hallazgo clave fue la supuesta existencia de una maleta con aproximadamente un millón de dólares dentro del vehículo conducido por Ximena Guzmán. De acuerdo con fuentes citadas por la periodista, la maleta fue retirada por policías capitalinos, quienes estarían bajo investigación por alterar la escena. Al menos 14 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX están bajo revisión y más de cuatro ya fueron destituidos, indicó.
En el lugar también se levantaron dispositivos electrónicos como laptops, teléfonos, discos duros y memorias USB, los cuales están siendo analizados por la Unidad de Inteligencia Cibernética.
Hernández apuntó que Ximena y José mantenían una relación de “profunda complicidad” desde su trabajo conjunto en Iztapalapa durante la gestión de Brugada. Además, José Muñoz Vega es hermano de Mariano Muñoz, cofundador de la UPREZ, organización dedicada a la ocupación de predios en la Ciudad de México.
La periodista señaló que durante la campaña electoral de 2024, Ximena habría sido clave en la recaudación de fondos para Clara Brugada, y que algunos empresarios donaron dinero bajo la promesa de obtener contratos públicos, lo cual no se habría cumplido, generando tensiones.
Una de las líneas más delicadas de la investigación apunta a un posible ajuste de cuentas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). De acuerdo con testimonios recabados por Hernández, ambas víctimas habrían gestionado protección para predios en el Centro Histórico ocupados por el CJNG y la Unión de Tepito. Días antes del crimen se realizaron operativos en esas zonas, lo que habría sido interpretado como una traición.
Las víctimas fueron ejecutadas en vía pública. El atacante, captado por cámaras, esperó el momento para dispararles simultáneamente. La autopsia mostró múltiples impactos, especialmente en José Muñoz, quien podría haber sido el objetivo principal.
Durante las necropsias se realizaron pruebas toxicológicas, de rodizonato de sodio y estudios genéticos, aunque no existían indicios claros para algunos de estos procedimientos, especialmente en el caso de Ximena.
La carpeta de investigación fue abierta hasta las 8:40 horas, más de una hora después del crimen, pese a que el hecho ya circulaba en redes y era del conocimiento de funcionarios. El caso quedó en manos del Ministerio Público Miguel Isaías Meléndez Pérez, un abogado egresado en 2019 y con menos de un año en la función pública.
Hasta ahora, no hay detenidos por el doble homicidio.