Norma Piña Hernández, actual presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ha recibido propuestas de partidos de oposición como el PAN, el PRI y Movimiento Ciudadano para iniciar una carrera política una vez que deje el cargo en septiembre próximo. De acuerdo con fuentes consultadas, la invitación incluye postularse como diputada federal en las elecciones de 2027.

La propuesta se da en un contexto en el que el nuevo Poder Judicial quedó completamente dominado por perfiles cercanos a la Cuarta Transformación (4T), luego de la llamada Elección Judicial cuyos resultados aún están siendo contabilizados por el Instituto Nacional Electoral (INE).

Ningún aliado de Piña Hernández logró posicionarse en los cargos clave del renovado sistema judicial. Entre los nuevos ministros de la SCJN figuran Lenia Batres Guadarrama, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz, María Estela Ríos González, Sara Irene Herrerías, así como Hugo Aguilar Ortiz, Arístides Guerrero, Giovanni Figueroa e Irving Espinosa Betanzo, todos identificados con el obradorismo.

En el caso del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, lo integrarán Celia Maya, Verónica de Gyvés, Indira García, Bernardo Bátiz y Rufino León, también cercanos a la 4T y a figuras como Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum.

Asimismo, Gilberto de Guzmán Bátiz y Claudia Valle Aguilasocho ocuparán los lugares vacantes en el Tribunal Electoral Federal, sin que se haya registrado la inclusión de algún perfil cercano a la ministra Piña.

Ante este escenario, la oposición contempla a Norma Piña como figura clave en una estrategia de “litigio político” contra el nuevo Poder Judicial, similar a la utilizada anteriormente con el ministro en retiro José Ramón Cossío, con el respaldo financiero de Claudio X. González.

La estrategia recuerda también la transición que tuvo Lorenzo Córdova, exconsejero presidente del INE, quien pasó del órgano electoral a colaborar con sectores opositores.