EN Washington crece la percepción de que ni los propios republicanos podrían haber escrito un mejor guion para esta película. Porque, en esta pelea con trasfondo electoral, los demócratas se ponen del lado de quienes jalonean y agreden a agentes migratorios federales y queman la bandera estadounidense.

EN ESTE JUEGO llamado política, Trump está aplicando con Gavin Newsom y el Partido Demócrata aquella máxima priista de “todo lo que resiste, apoya”.

EN MEDIO de todo el circo que se vive en California fue que se metió o tal vez metieron a la presidenta Claudia Sheinbaum. Si bien sus palabras sobre emprender movilizaciones estaban enfocadas al tema de las remesas, ya se le revirtieron llevando el conflicto a un nuevo nivel.

PORQUE UNA COSA es que los influencers MAGA le cuelguen milagritos y otra, muy distinta y muy peligrosa, es que la secretaria de Seguridad Interna, Kristi Noem, acuse a Sheinbaum de ser responsable de la violencia y que, por lo mismo, la “condenaba”. Si ya de por sí resulta excesivo lo dicho por la funcionaria, más preocupante resulta que lo haya dicho desde el Salón Oval y con el presidente Trump al lado.

DEMASIADOS CONFLICTOS se han ido acumulando en la relación bilateral y no es el mejor antecedente frente a la anunciada reunión que ambos mandatarios pretenden tener en la cumbre del G7 en Alberta, Canadá.

QUIZÁS POR ESO y para no enredar más el ambiente, a los señalamientos de Noem no hubo una airada carta de protesta de la Cancillería mexicana… sino un tuit presidencial diciendo que todo es una confusión.

TOOODOS los gobernadores, tanto morenistas como opositores, firmaron una carta en apoyo a la presidenta Sheinbaum afirmando que ella nunca ha llamado a protestas violentas. También dijeron que ambos países han construido mecanismos de coordinación sólidos, a la vez que llamaron a la unidad nacional.

SUENA MUY BIEN todo eso, sin duda. El único detalle es que quien encabeza las 32 firmas, como presidenta de la Conago, es la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, a quien el gobierno de Washington le quitó la visa. ¡No me ayudes, comadre!