LLEGÓ el día en el que se consumará la revancha de Andrés Manuel López Obrador contra el Poder Judicial que osó desafiarlo y frenarle varias de sus iniciativas legislativas.
ASÍ, la Suprema Corte será renovada hoy en un proceso que no parece tener ni pies ni cabeza y cuya legitimidad, conforme surgen cada vez más irregularidades, está por los suelos.
ADEMÁS, la cantidad de ciudadanos que acudirán a las urnas a enfrentarse al galimatías de al menos 6 boletas (y en algunos estados hasta 13), más de 300 nombres de candidatos y la tarea de votar por 50 de ellos será mucho, pero mucho menor que el número de quienes votaron el año pasado.
DICEN que todo esto es para mejorar la impartición de justicia, pero las improvisaciones, ocurrencias, tómbolas y trapacerías que han marcado este proceso no son un buen augurio de que jueces y ministros surgidos de votaciones dudosas puedan enmendar las fallas judiciales.
QUIEN paga la extorsión una vez está condenado a pagarla muchas veces y eso es lo que le espera al gobierno de Claudia Sheinbaum después de ceder ante la CNTE y darle 800 millones de pesos por terminar su plantón en la CDMX.
ESA CANTIDAD resulta doblemente significativa: por el monto en sí, y porque les darán exactamente lo mismo que costó la elección judicial de hoy.
ADEMÁS, resulta evidente que el momento en el que se concretó el chantaje tuvo mucho que ver con ese proceso, pues la CNTE estaba lista para boicotear la elección que, de por sí, tiene desesperados a los integrantes de la 4T que buscan por todos los medios legales e ilegales elevar la participación.
QUIENES siguieron el conflicto lamentan que la historia terminara como siempre, con el gobierno cediendo ante los profesores disidentes.
UNA OPORTUNIDAD perdida de romper el ciclo de chantajes magisteriales en el que han caído, uno tras otro, presidentes del PRI, del PAN y de Morena.
MÁS QUE naranja, dicen que el que ya se estaba poniendo morado era el presidente nacional de Movimiento Ciudadano y ex candidato presidencial, Jorge Álvarez Máynez.
Y ES QUE, por la manera en la que estaba disfrutando del concierto de Carin León en Monterrey, muchos de quienes lo vieron pensaron que seguramente su canción favorita del cantante es esa que dice: “Cuando la vida sea trago, me la tomo en serio”.