Las llamadas “buchonas”, tradicionalmente conocidas como las parejas sentimentales de narcotraficantes, han comenzado a asumir nuevos roles dentro de las estructuras operativas de los cárteles mexicanos, según explicó el especialista en seguridad Ghaleb Krame.
En su columna La Ruta de Silicón Sinaloense: Buchonas, Poder y el Desayuno en Dubái, publicada en Pie de Nota, Krame expone que estas mujeres han dejado de ser simples acompañantes para convertirse en nodos clave dentro del crimen organizado, cumpliendo funciones como mensajeras financieras, exploradoras o intermediarias en negociaciones criminales.
“La buchona de hoy no es solo una amante. Es un nodo. Una mensajera. Un proxy (…) Ella está ocupada haciendo que las cosas sucedan”, afirmó el especialista, quien relata haber presenciado reuniones en el extranjero donde estas mujeres se muestran con una actitud centrada y profesional, destacando por su ausencia de antecedentes penales, dominio del inglés y pasaportes limpios.
El término “buchona” surgió en Sinaloa y se ha popularizado en todo el país para referirse a mujeres vinculadas sentimentalmente con capos del narcotráfico, identificadas por su apariencia estética intervenida, vestimenta de lujo y presencia en redes sociales. No obstante, su papel ha evolucionado de la imagen superficial a una participación operativa dentro de las organizaciones criminales.
Algunas de ellas incluso han incursionado en la política, apoyando campañas locales, invirtiendo en procesos electorales o postulándose a cargos públicos, según señala Krame. En estados como Sinaloa y Durango, se ha identificado a mujeres con este perfil que han logrado acceder a posiciones públicas bajo “respaldos silenciosos, dinero sin rastro y comunidades demasiado intimidadas o económicamente entrelazadas”.
A pesar del cambio de funciones, la estética permanece: cuerpos esculpidos, atuendos de diseñador y una imagen pública cuidadosamente elaborada. Sin embargo, ahora también hay cargos públicos y presupuestos bajo su control, advierte el especialista.